Pontificia, Real, Ilustre, Franciscana y Muy Antigua Hermandad del Santo Rosario de la Divina Pastora de las Almas y Redil Eucarístico -CANTILLANA-

jueves, 28 de enero de 2021

COMUNICADO DE LA HERMANDAD

 



La Junta de Gobierno informa que debido al reciente incremento de contagios por COVID-19, que sitúan a nuestro pueblo en el grado 2 del nivel 4 de alerta, y en ejercicio de su responsabilidad, ha decidido aplazar para otra ocasión en la que la situación epidemiológica sea más favorable, el acto de presentación y consagración a la Santísima Virgen de los niños nacidos durante el último año, que estaba previsto celebrar el próximo sábado 6 de febrero ante el Altar Jubilar de la Divina Pastora, con motivo de la Festividad Litúrgica de la Presentación del Niño Jesús en el Templo y Purificación de Nuestra Señora.
Pidamos a Dios y a la Divina Pastora la salud para los enfermos, el descanso eterno para todos los fallecidos y el cese de los contagios de esta pandemia.
 
 

FALLECE POR CORONAVIRUS DON JUAN DEL RÍO MARTÍN, ARZOBISPO CASTRENSE DE ESPAÑA

Monseñor Juan del Río Martín, Arzobispo Castrense de España, presidente de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales y presidente y fundador de Cáritas Castrense, ha fallecido esta mañana, sobre las 11 horas en el Hospital Central de la Defensa “Gómez Ulla”, donde había ingresado el pasado jueves, como consecuencia de las afecciones provocadas por el COVID-19.

Ordenado sacerdote el 2 de febrero de 1974 en Pilas (Sevilla), desempeñó cargos como formador y profesor del Seminario Menor de Pilas (1974-79). Párroco de Sta. María la Mayor de Pilas (1976-79). Vicerrector del Seminario Mayor Metropolitano de Sevilla (1984-87). Profesor de Teología del Centro de Estudios Teológicos de Sevilla y Director Espiritual de la Hermandad de los Estudiantes (1984-2000). Profesor de Religión en el Instituto de Bachillerato “Ramón Carande” de Sevilla (1984-87). Párroco de Nuestra Señora de Valme y Beato Marcelo Spínola de Dos Hermanas (1987).
También ejerció como Delegado Diocesano de Pastoral Universitaria (1987-2000). Director del Servicio de Asistencia Religiosa de la Universidad de Sevilla, y Director de la Oficina de Información de los Obispos del Sur de España (1988-2000). Profesor del Instituto de Liturgia “San Isidoro” de Sevilla (1993-2000). Profesor de Teología de la Universidad de Sevilla (1994-2000) y Secretario del Consejo Presbiteral de la Diócesis de Sevilla (1995-2000).
El pasado día 19 de enero convocó la última sesión de la investigación de un presunto milagro atribuido al Beato Marcelo Spínola, Hermano Mayor Perpetuo de nuestra hermandad, abriendo el camino para su deseada canonización.
Desde aquí expresamos nuestras condolencias a la familia castrense por su irreparable pérdida, y elevamos nuestras oraciones a la Divina Pastora, para que lo acoja bajo su manto en el risco del Cielo.
 

miércoles, 20 de enero de 2021

FINALIZADA LA INVESTIGACIÓN DE UN POSIBLE MILAGRO DEL BEATO MARCELO SPÍNOLA, HERMANO MAYOR PERPETUO DE NUESTRA HERMANDAD


En el día de ayer, coincidiendo con la festividad del Beato Marcelo Spínola, la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas en Madrid, acogió la última sesión de la investigación de un presunto milagro atribuido al Beato, que fue convocada por el Arzobispo Castrense de España, D. Juan del Río Martín, y por la Superiora General de la Congregación de Esclavas del Divino Corazón, H. Rosario Fernández Martos.
A esta sesión asistió Carolina Suanzes, cuya sanación es el objeto de esta investigación y el Rvdo. P. D. Gonzalo Núñez, párroco de la Iglesia Vaticana y Castrense “San Francisco” de San Fernando (Cádiz), quien inició el proceso mediante el acompañamiento y el consejo.
Una vez celebrada la Sesión de Apertura de la Investigación del presunto milagro, dentro del Proceso de Beatificación y Canonización del Beato Marcelo Spínola y Maestre, Cardenal Arzobispo de Sevilla, y realizada la citada investigación y toma de testimonios tras los pertinentes interrogatorios, después de la publicación de las actas con fecha del día 4 de enero de 2021, se convocó, con fecha de enero de 2021 el desarrollo de la Sesión Última, y por tanto clausura, de la investigación.
En la sesión el Notario presentó las actas y copias al Tribunal, el promotor de Justica manifestó que no tenía nada que declarar, y el delegado confirmó la integridad y autenticidad de la documentación original y de sus copias, que fueron entregadas al Portador para su traslado a la Congregación para las Causas de los Santos en Roma.
La ceremonia contó con la asistencia de representantes de la Congregación de las Esclavas del Divino Corazón, de los equipos de gobierno del Arzobispado Castrense, del seminario “San Juan Pablo II”, de capellanes y fieles en general .
Tras la clausura se celebró la Eucaristía propia de la Festividad del Beato Marcelo Spinola, presidida por el Cardenal D. Carlos Amigo Vallejo, Arzobispo Emérito de Sevilla.
Fuente: Arzobispado Castrense de España.

 

jueves, 14 de enero de 2021

TRIDUO AL BEATO MARCELO SPÍNOLA

 


 LPONTIFICIA, REAL, ILUSTRE, FRANCISCANA Y MUY ANTIGUA

HERMANDAD DEL SANTO ROSARIO DE LA
Divina Pastora de las Almas
REDIL EUCARÍSTICO, 
fundada en el año del Señor de 1720 por el V. P. fray Isidoro de Sevilla, erigida y establecida canónicamente, y con la aprobación del Real y Supremo Consejo de Castilla, en la Iglesia Parroquial de esta villa, donde posee capilla propia, adherida espiritualmente con carta de Hermandad a la Orden Capuchina y de la que es Hermano Mayor Honorario S. M. Don Juan Carlos I, Rey de España,
 celebrará en cumplimiento de sus Reglas
DEVOTO TRIDUO
en honor de su muy querido Hermano Mayor Perpetuo el
Beato Marcelo Spínola  y Maestre,
Cardenal Arzobispo de Sevilla, 
durante los días
19, 20 y 21 de enero.
Los cultos tendrán lugar en la Iglesia Parroquial de esta Villa, en el Altar Jubilar de la Divina Pastora, dando comienzo a las 7 de la tarde, con el siguiente orden:
Rezo del Santo Rosario, Letanías a la Divina Pastora, Ejercicio del Triduo y Santa Misa.
A la terminación de la Santa Misa se cantará la Salve a la Divina Pastora.

El día 19 a las 7 de la tarde tendrá lugar la
FUNCIÓN SOLEMNE
Oficiada por nuestro párroco y director espiritual el
Rvdo. Sr. D. Manuel Martínez Valdivieso, Pbro.

  La sagrada reliquia del Beato que custodia esta hermandad se hallará expuesta durante los días del triduo a la pública veneración de todos los fieles en el Altar Jubilar de la Divina Pastora.

CANTILLANA                                                             ENERO 2021. AÑO JUBILAR PASTOREÑO

viernes, 1 de enero de 2021

SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA MADRE DE DIOS

 


Las lecturas de la liturgia de hoy resaltan tres verbos, que se cumplen en la Madre de Dios: bendecir, nacer y encontrar.

Bendecir. En el Libro de los Números el Señor pide que los ministros sagrados bendigan a su pueblo: «Bendeciréis a los hijos de Israel y diréis: “El Señor te bendiga”» (6,23-24). No es una exhortación piadosa, sino una petición concreta. Y es importante que también hoy los sacerdotes bendigan al Pueblo de Dios, sin cansarse; y que además todos los fieles sean portadores de bendición, que bendigan.

El Señor sabe que necesitamos ser bendecidos: lo primero que hizo después de la creación fue decir bien de cada cosa y decir muy bien de nosotros. Pero ahora, con el Hijo de Dios, no recibimos sólo palabras de bendición, sino la misma bendición: Jesús es la bendición del Padre. En Él el Padre, dice san Pablo, nos bendice «con toda clase de bendiciones» (Ef 1,3). Cada vez que abrimos el corazón a Jesús, la bendición de Dios entra en nuestra vida.

Hoy celebramos al Hijo de Dios, el Bendito por naturaleza, que viene a nosotros a través de la Madre, la bendita por gracia. María nos trae de ese modo la bendición de Dios. Donde está ella llega Jesús. Por eso necesitamos acogerla, como santa Isabel, que la hizo entrar en su casa, inmediatamente reconoció la bendición y dijo: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!» (Lc 1,42).

Son las palabras que repetimos en el Avemaría. Acogiendo a María somos bendecidos, pero también aprendemos a bendecir. La Virgen, de hecho, enseña que la bendición se recibe para darla. Ella, la bendita, fue bendición para todos los que la encontraron: para Isabel, para los esposos de Caná, para los Apóstoles en el Cenáculo… También nosotros estamos llamados a bendecir, a decir bien en nombre de Dios.

El mundo está gravemente contaminado por el decir mal y por el pensar mal de los demás, de la sociedad, de sí mismos. Pero la maldición corrompe, hace que todo degenere, mientras que la bendición regenera, da fuerza para comenzar de nuevo. Pidamos a la Madre de Dios la gracia de ser para los demás portadores gozosos de la bendición de Dios, como ella lo es para nosotros.

El segundo verbo es nacer. San Pablo remarca que el Hijo de Dios ha «nacido de una mujer» (Gal 4,4). En pocas palabras nos dice una cosa maravillosa: que el Señor nació como nosotros. No apareció ya adulto, sino niño; no vino al mundo él solo, sino de una mujer, después de nueve meses en el seno de la Madre, a quien dejó que formara su propia humanidad.

El corazón del Señor comenzó a latir en María, el Dios de la vida tomó el oxígeno de ella. Desde entonces María nos une a Dios, porque en ella Dios se unió a nuestra carne para siempre. María —le gustaba decir a san Francisco— «ha convertido en hermano nuestro al Señor de la majestad» (SAN BUENAVENTURA, Legenda major, 9,3). Ella no es sólo el puente entre Dios y nosotros, es más todavía: es el camino que Dios ha recorrido para llegar a nosotros y es la senda que debemos recorrer nosotros para llegar a Él.

A través de María encontramos a Dios como Él quiere: en la ternura, en la intimidad, en la carne. Sí, porque Jesús no es una idea abstracta, es concreto, encarnado, nació de mujer y creció pacientemente. Las mujeres conocen esta concreción paciente, nosotros los hombres somos frecuentemente más abstractos y queremos las cosas inmediatamente; las mujeres son concretas y saben tejer con paciencia los hilos de la vida. Cuántas mujeres, cuántas madres de este modo hacen nacer y renacer la vida, dando un porvenir al mundo.

No estamos en el mundo para morir, sino para generar vida. La Santa Madre de Dios nos enseña que el primer paso para dar vida a lo que nos rodea es amarlo en nuestro interior. Ella, dice hoy el Evangelio, “conservaba todo en su corazón” (cf. Lc 2,19). Del corazón nace el bien: qué importante es tener limpio el corazón, custodiar la vida interior, la oración. Qué importante es educar el corazón al cuidado, a valorar a las personas y las cosas.

Todo comienza ahí, del hacerse cargo de los demás, del mundo, de la creación. No sirve conocer muchas personas y muchas cosas si no nos ocupamos de ellas. Este año, mientras esperamos una recuperación y nuevos tratamientos, no dejemos de lado el cuidado. Porque, además de la vacuna para el cuerpo se necesita la vacuna para el corazón, que es el cuidado. Será un buen año si cuidamos a los otros, como hace la Virgen con nosotros.

El tercer verbo es encontrar. El Evangelio nos dice que los pastores «encontraron a María y a José, y al Niño» (v. 16) No encontraron signos prodigiosos y espectaculares, sino una familia sencilla. Allí, sin embargo, encontraron verdaderamente a Dios, que es grandeza en lo pequeño, fortaleza en la ternura. Pero, ¿cómo hicieron los pastores para encontrar este signo tan poco llamativo? Fueron llamados por un ángel.

Tampoco nosotros habríamos encontrado a Dios si no hubiésemos sido llamados por gracia. No podíamos imaginar un Dios semejante, que nace de una mujer y revoluciona la historia con la ternura, pero por gracia lo hemos encontrado. Y hemos descubierto que su perdón nos hace renacer, su consuelo enciende la esperanza, su presencia da una alegría incontenible.

Lo hemos encontrado, pero no debemos perderlo de vista. El Señor, de hecho, no se encuentra una vez para siempre: hemos de encontrarlo cada día. Por eso el Evangelio describe a los pastores siempre en búsqueda, en movimiento: “fueron corriendo, encontraron, contaron, se volvieron dando gloria y alabanza a Dios” (cf. vv. 16-17.20). No eran pasivos, porque para acoger la gracia es necesario mantenerse activos.

Y nosotros, ¿qué debemos encontrar al inicio de este año? Sería hermoso encontrar tiempo para alguien. El tiempo es una riqueza que todos tenemos, pero de la que somos celosos, porque queremos usarla sólo para nosotros.

Hemos de pedir la gracia de encontrar tiempo para Dios y para el prójimo: para el que está solo, para el que sufre, para el que necesita ser escuchado y cuidado. Si encontramos tiempo para regalar, nos sorprenderemos y seremos felices, como los pastores. Que la Virgen, que ha llevado a Dios en el tiempo, nos ayude a dar nuestro tiempo. Santa Madre de Dios, a ti te consagramos el nuevo año.

Tú, que sabes custodiar en el corazón, cuídanos. Bendice nuestro tiempo y enséñanos a encontrar tiempo para Dios y para los demás. Nosotros con alegría y confianza te aclamamos: ¡Santa Madre de Dios! ¡Santa Madre de Dios! ¡Santa Madre de Dios!

(Homilia de S,S. el Papa Francisco en la Solemnidad de Santa María Madre de Dios. 1 de enero de 2021)