Pontificia, Real, Ilustre, Franciscana y Muy Antigua Hermandad del Santo Rosario de la Divina Pastora de las Almas y Redil Eucarístico -CANTILLANA-

viernes, 27 de marzo de 2020

UNIDOS EN ORACIÓN CON EL PAPA FRANCISCO EN DIRECTO DESDE ROMA

Desde aquí puedes seguir en directo y unirte a la oración que el papa Francisco realizará este viernes 27 de marzo en el lugar conocido como el “sagrato” de la Basílica de San Pedro, a las seis de la tarde, con motivo de la pandemia de coronavirus que estamos padeciendo. El Santo Padre concederá Indulgencia Plenaria a todos los participantes e impartirá la Bendición “Urbi et Orbi”, al término de la ceremonia.

miércoles, 25 de marzo de 2020

MÍRATE EN SU CARA


La hermandad informa que se ha ampliado el plazo de inscripción para participar en este proyecto con el que se pretende realizar un collage, donde todos los pastoreños, unidos en un cuadro, formemos la cara de nuestra bendita Madre, la Pastora Divina. A causa de la pandemia de coronavirus, esta inscripción se va a seguir realizando de forma online, de la manera que indicamos más abajo.

Una vez se decrete el final del estado de alarma, y termine el confinamiento por esta epidemia, se abrirá un nuevo plazo para seguir realizando la inscripción de forma presencial. Hasta entonces QUÉDATE EN CASA.

INSCRIPCIÓN ONLINE:
Se adjuntará la siguiente documentación al correo electrónico secretaria.pastoradecantillana@gmail.com :
- Una foto tipo carnet debidamente escaneada.
-El comprobante bancario de haber realizado el ingreso de 5 euros en el Nº de Cuenta: ES68 2100 2596 0102 1000 5842 (La Caixa).
-El documento correspondiente a la cesión de imagen propia (modelo 1) o la de algún hijo o familiar difunto (modelo 2) debidamente firmado, que está disponible en los siguientes enlaces:
(Modelo 1) https://drive.google.com/…/1BwyCaUHxEV6p37DX1CRaRyfU8…/view…
(Modelo 2) https://drive.google.com/…/1ML5Y8XPRIhdlUvt3XKXKMmRgs…/view…

lunes, 23 de marzo de 2020

DEVOTA NOVENA DE ROGATIVAS EN HONOR A LA DIVINA PASTORA DE LAS ALMAS. NOVENO DÍA



ACTO DE CONTRICCIÓN
Jesús mío dulcísimo, Pastor amoroso de las Almas, que en aras de tu eterna caridad al hombre, descarriado de su legítimo y primitivo aprisco, viniste para servirle de introductor en el huerto cerrado de tus más gustosos y saludables pastos, y entonces gozoso volviste al seno de tu Padre, cuando aseguradas tus ovejas, dejaste amarrado al pie de tu divino cayado al lobo voraz empeñado en su ruina. Te ruego Redentor amoroso, que movido a lástima por las heridas que en mi alma ha causado la culpa, me perdones mis voluntarios extravíos, y perdonándome me busques, y encontrándome me coloques sobre tus hombros, y no me dejes hasta que vuelva a comer de una vez para siempre los celestiales manjares con que Tú regalas a tus más queridas y constantes ovejas; que yo te prometo, asistido de tu divina y poderosa gracia, llorar mi vida pasada; y desde ahora, postrado, digo con todas las veras de mi corazón: que me pesa en el alma de haberte ofendido. Misericordia, Jesús mío: perdón, gracia y después la Gloria.
Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Jesús mío dulcísimo, Divino Pastor de las almas, que queriendo que la redención fuese copiosísima, y que sobreabundase la gracia donde abundó el delito, no sólo te constituiste Pastor celosísimo de todo el humano linaje dando tu vida por tus innumerables ovejas sino que en contraposición a Eva que les dio a comer un pasto de muerte, engalanaste a tu dignísima Madre y augusta compañera en la obra de tu infinito amor con aquel cúmulo de perfección y eminentes virtudes que la hiciesen capaz de alimentar a todos con frutos de vida eterna. Concédenos ¡oh, caritativo Pastor de los Pastores! que así como Ella brilló con las inequívocas señales de verdadera y solícita Pastora, así nosotros brillemos con las señales y caracteres de ovejas dóciles y sumisas, para que patrocinadas por Ella siempre y en todas ocasiones y circunstancia, seamos introducidos en la amena y encantadora pradera donde hay árboles que dan doce frutos al año y allí por toda la eternidad cantemos tus alabanzas y las suyas con los ángeles.
Amén.

DIA NOVENO: POR LA PRONTA FINALIZACIÓN DE LA EPIDEMIA

PASTORA, EXALTADA SOBRE LOS QUERUBINES
Pastora María, que conducida por los ángeles a la Gloria, desde allí ejerces tu universal y perpetuo pastoreo en favor de los desgraciados, que moran en esta tierra llena de animales ponzoñosos; no quedando ninguno que, en cualquiera de las situaciones de su vida no experimente los efectos de tu
entrañable y singular protectorado. Te rogamos, ¡oh, vigilantísima Pastora de nuestra almas! que vivas siempre cerca de nosotros en la infancia, en la juventud, en la ancianidad, en la salud, en la enfermedad, en las tentaciones, en los puestos elevados, en toda la vida, en la penosa hora de la muerte, para que jamás desistamos de nuestros propósitos, de nuestras obras meritorias con la Gracia, y creciendo cada día de virtud en virtud, obtengamos como el último y mayor de todos los beneficios, el don de la perseverancia final, prenda segura de la Gloria.
Amén.

(Después de concluida la oración del día, se rezarán tres avemarías y gloria, pidiendo a la Divina Pastora su intercesión y protección frente a esta grave pandemia)
V. Pastora María, ruega por nosotros pecadores.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

DEPRECACIÓN
Dios y Señor mío, Pastor vigilantísimo de las almas, que llenando por Ti mismo todas las penosas obligaciones que te imponía tu tierno pero espinoso cargo viniste en tu misericordia a instruirnos en los medios más oportunos para ingresar en tu supremo redil; y que, no satisfecho tu intenso amor con haber dado tu vida por todas tus ovejas, nos legaste en tu divino testamento como Madre y solícita Pastora a la Santísima Virgen María, para que incesantemente velase por nosotros y fuese el canal seguro por donde nos viniesen tus gracias. Por su intercesión poderosa te rogamos, dueño de nuestras almas, que una vez llamados por Ti, y por Ti introducidos en el vergel ameno de tu Iglesia, sigamos los pasos de nuestra celestial Pastora, para que a su imitación tengamos una fe viva, una humildad heroica, una obediencia ciega, una misericordia desinteresada, amemos la oración, seamos en el cuerpo y en el alma tan puros como los ángeles, estando dispuestos a derramar toda nuestra sangre en testimonio de
nuestras católicas creencias, y en obsequio de la salud y felicidad espiritual de nuestros hermanos: y viviendo todos los días en tu gracia, oh hermosísimo Pastor de los pastores, merezcamos morir asistidos de nuestra amada Pastora María, para que con los ángeles y santos podamos cantar tus bondades y sus misericordias en la Gloria, por los siglos de los siglos.
Amén.

ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO ANTE EL CORONAVIRUS
«Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.
Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.
Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, oh Virgen gloriosa y bendita».

domingo, 22 de marzo de 2020

DEVOTA NOVENA DE ROGATIVAS EN HONOR A LA DIVINA PASTORA DE LAS ALMAS . DÍA OCTAVO



ACTO DE CONTRICCIÓN
Jesús mío dulcísimo, Pastor amoroso de las Almas, que en aras de tu eterna caridad al hombre, descarriado de su legítimo y primitivo aprisco, viniste para servirle de introductor en el huerto cerrado de tus más gustosos y saludables pastos, y entonces gozoso volviste al seno de tu Padre, cuando aseguradas tus ovejas, dejaste amarrado al pie de tu divino cayado al lobo voraz empeñado en su ruina. Te ruego Redentor amoroso, que movido a lástima por las heridas que en mi alma ha causado la culpa, me perdones mis voluntarios extravíos, y perdonándome me busques, y encontrándome me coloques sobre tus hombros, y no me dejes hasta que vuelva a comer de una vez para siempre los celestiales manjares con que Tú regalas a tus más queridas y constantes ovejas; que yo te prometo, asistido de tu divina y poderosa gracia, llorar mi vida pasada; y desde ahora, postrado, digo con todas las veras de mi corazón: que me pesa en el alma de haberte ofendido. Misericordia, Jesús mío: perdón, gracia y después la Gloria.
Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Jesús mío dulcísimo, Divino Pastor de las almas, que queriendo que la redención fuese copiosísima, y que sobreabundase la gracia donde abundó el delito, no sólo te constituiste Pastor celosísimo de todo el humano linaje dando tu vida por tus innumerables ovejas sino que en contraposición a Eva que les dio a comer un pasto de muerte, engalanaste a tu dignísima Madre y augusta compañera en la obra de tu infinito amor con aquel cúmulo de perfección y eminentes virtudes que la hiciesen capaz de alimentar a todos con frutos de vida eterna. Concédenos ¡oh, caritativo Pastor de los Pastores! que así como Ella brilló con las inequívocas señales de verdadera y solícita Pastora, así nosotros brillemos con las señales y caracteres de ovejas dóciles y sumisas, para que patrocinadas por Ella siempre y en todas ocasiones y circunstancia, seamos introducidos en la amena y encantadora pradera donde hay árboles que dan doce frutos al año y allí por toda la eternidad cantemos tus alabanzas y las suyas con los ángeles.
Amén.

DIA OCTAVO: POR TODOS NOSOTROS Y NUESTRAS FAMILIAS

PASTORA, HOSTIA VIVA, SANTA Y AGRADABLE A DIOS
Pastora María, que sostenida siempre por la divina gracia, y emulando la abrasadora caridad, con que tu Hijo, Pastor amorosísimo, amó a todos los hombres, sacrificaste como Él en su obsequio y provecho tu reputación, tu honra, tus privilegios, tu corazón, tu vida y la vida de tu vida que era Jesucristo, ofreciéndolo voluntariamente a la muerte y muerte de cruz, para que viviesen, y con nueva vida los pobrecitos y desgraciados pecadores. Te rogamos, ¡oh, heroica Pastora de todas las almas! que a imitación tuya y de tu Divino Hijo, demos gustosos nuestra vida por la salud espiritual y felicidad eterna de nuestros prójimos, a fin de que, coronados por tus manos, cantemos en la Gloria sus eternas misericordias por los siglos de los siglos.
Amén.

(Después de concluida la oración del día, se rezarán tres avemarías y gloria, pidiendo a la Divina Pastora su intercesión y protección frente a esta grave pandemia)
V. Pastora María, ruega por nosotros pecadores.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

DEPRECACIÓN
Dios y Señor mío, Pastor vigilantísimo de las almas, que llenando por Ti mismo todas las penosas obligaciones que te imponía tu tierno pero espinoso cargo viniste en tu misericordia a instruirnos en los medios más oportunos para ingresar en tu supremo redil; y que, no satisfecho tu intenso amor con haber dado tu vida por todas tus ovejas, nos legaste en tu divino testamento como Madre y solícita Pastora a la Santísima Virgen María, para que incesantemente velase por nosotros y fuese el canal seguro por donde nos viniesen tus gracias. Por su intercesión poderosa te rogamos, dueño de nuestras almas, que una vez llamados por Ti, y por Ti introducidos en el vergel ameno de tu Iglesia, sigamos los
pasos de nuestra celestial Pastora, para que a su imitación tengamos una fe viva, una humildad heroica, una obediencia ciega, una misericordia desinteresada, amemos la oración, seamos en el cuerpo y en el alma tan puros como los ángeles, estando dispuestos a derramar toda nuestra sangre en testimonio de
nuestras católicas creencias, y en obsequio de la salud y felicidad espiritual de nuestros hermanos: y viviendo todos los días en tu gracia, oh hermosísimo Pastor de los pastores, merezcamos morir asistidos de nuestra amada Pastora María, para que con los ángeles y santos podamos cantar tus bondades y sus misericordias en la Gloria, por los siglos de los siglos.
Amén.

ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO ANTE EL CORONAVIRUS
«Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.
Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.
Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, oh Virgen gloriosa y bendita».

sábado, 21 de marzo de 2020

CONFECCIÓN DE DIEZ MIL MASCARILLAS


 Desde la diputación de caridad de la Hermandad se ha puesto en marcha una campaña de solidaridad que ayude a la erradicación de la epidemia del Covid-19.

Conocedores de la falta de material sanitario, vamos a llevar a cabo un proyecto ilusionante en el que pretendemos elaborar de manera artesanal 10.000 mascarillas con material NT (no tejido), material autorizado y aconsejado por el personal sanitario.

Para su elaboración será necesario la colaboración del pueblo pastoreño.

Para ello, se habilitará el número de teléfono 692221472, donde los interesados en su confección, se tendrán que poner en contacto, para que una persona autorizada le facilite el material junto a un dossier donde se indicará el protocolo de manipulación y confección.

Este virus lo paramos todos unidos.

DEVOTA NOVENA DE ROGATIVAS EN HONOR A LA DIVINA PASTORA DE LAS ALMAS. DÍA SÉPTIMO



ACTO DE CONTRICCIÓN
Jesús mío dulcísimo, Pastor amoroso de las Almas, que en aras de tu eterna caridad al hombre, descarriado de su legítimo y primitivo aprisco, viniste para servirle de introductor en el huerto cerrado de tus más gustosos y saludables pastos, y entonces gozoso volviste al seno de tu Padre, cuando aseguradas tus ovejas, dejaste amarrado al pie de tu divino cayado al lobo voraz empeñado en su ruina. Te ruego Redentor amoroso, que movido a lástima por las heridas que en mi alma ha causado la culpa, me perdones mis voluntarios extravíos, y perdonándome me busques, y encontrándome me coloques sobre tus hombros, y no me dejes hasta que vuelva a comer de una vez para siempre los celestiales manjares con que Tú regalas a tus más queridas y constantes ovejas; que yo te prometo, asistido de tu divina y poderosa gracia, llorar mi vida pasada; y desde ahora, postrado, digo con todas las veras de mi corazón: que me pesa en el alma de haberte ofendido. Misericordia, Jesús mío: perdón, gracia y después la Gloria.
Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Jesús mío dulcísimo, Divino Pastor de las almas, que queriendo que la redención fuese copiosísima, y que sobreabundase la gracia donde abundó el delito, no sólo te constituiste Pastor celosísimo de todo el humano linaje dando tu vida por tus innumerables ovejas sino que en contraposición a Eva que les dio a comer un pasto de muerte, engalanaste a tu dignísima Madre y augusta compañera en la obra de tu infinito amor con aquel cúmulo de perfección y eminentes virtudes que la hiciesen capaz de alimentar a todos con frutos de vida eterna. Concédenos ¡oh, caritativo Pastor de los Pastores! que así como Ella brilló con las inequívocas señales de verdadera y solícita Pastora, así nosotros brillemos con las señales y caracteres de ovejas dóciles y sumisas, para que patrocinadas por Ella siempre y en todas ocasiones y circunstancia, seamos introducidos en la amena y encantadora
pradera donde hay árboles que dan doce frutos al año y allí por toda la eternidad cantemos tus alabanzas y las suyas con los ángeles.
Amén.

DIA SEPTIMO: POR LA VILLA DE CANTILLANA
PASTORA, LIRIO FRAGANTE ENTRE LAS ESPINAS
Pastora María, que privilegiada por Dios con un cúmulo de gracias tales, que pudiesen servirnos de seguro guía, para que comprendiésemos el perfecto equilibrio, que antes del pecado tuviera la naturaleza humana, supiste corresponder tan plenamente a ellas, y llenaste en tan alto grado las leyes de la pureza y castidad, que mereciste ser escogida para Madre de un Dios-Hombre, que lo único que no tomó de nosotros fue la generación carnal con sus inmundas consecuencias. Te rogamos, ¡oh, Virgen de la vírgenes! que atraídos nosotros con el olor y fragancia que exhala el lirio frondoso de tu perpetua virginidad, castiguemos nuestro cuerpo rebelde, y huyamos presurosos todas las ocasiones peligrosas, e incesantemente oremos, para que viviendo en la tierra como ángeles del cielo, en unión contigo asistamos a las bodas del Cordero sin mancilla, por los siglos de los siglos.
Amén.

(Después de concluida la oración del día, se rezarán tres avemarías y gloria, pidiendo a la Divina Pastora su intercesión y protección frente a esta grave pandemia)
V. Pastora María, ruega por nosotros pecadores.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

DEPRECACIÓN
Dios y Señor mío, Pastor vigilantísimo de las almas, que llenando por Ti mismo todas las penosas obligaciones que te imponía tu tierno pero espinoso cargo viniste en tu misericordia a instruirnos en los medios más oportunos para ingresar en tu supremo redil; y que, no satisfecho tu intenso amor con haber dado tu vida por todas tus ovejas, nos legaste en tu divino testamento como Madre y solícita Pastora a la Santísima Virgen María, para que incesantemente velase por nosotros y fuese el canal seguro por donde nos viniesen tus gracias. Por su intercesión poderosa te rogamos, dueño de nuestras almas, que una vez llamados por Ti, y por Ti introducidos en el vergel ameno de tu Iglesia, sigamos los pasos de nuestra celestial Pastora, para que a su imitación tengamos una fe viva, una humildad heroica, una obediencia ciega, una misericordia desinteresada, amemos la oración, seamos en el cuerpo y en el alma tan puros como los ángeles, estando dispuestos a derramar toda nuestra sangre en testimonio de nuestras católicas creencias, y en obsequio de la salud y felicidad espiritual de nuestros hermanos: y viviendo todos los días en tu gracia, oh hermosísimo Pastor de los pastores, merezcamos morir asistidos de nuestra amada Pastora María, para que con los ángeles y santos podamos cantar tus bondades y sus misericordias en la Gloria, por los siglos de los siglos.
Amén.
ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO ANTE EL CORONAVIRUS
«Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.
Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.
Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, oh Virgen gloriosa y bendita».

viernes, 20 de marzo de 2020

DEVOTA NOVENA DE ROGATIVAS EN HONOR A LA DIVINA PASTORA DE LAS ALMAS . DÍA SEXTO


ACTO DE CONTRICCIÓN

Jesús mío dulcísimo, Pastor amoroso de las Almas, que en aras de tu eterna caridad al hombre, descarriado de su legítimo y primitivo aprisco, viniste para servirle de introductor en el huerto cerrado de tus más gustosos y saludables pastos, y entonces
gozoso volviste al seno de tu Padre, cuando aseguradas tus ovejas, dejaste amarrado al pie de tu divino cayado al lobo voraz empeñado en su ruina. Te ruego Redentor amoroso, que movido a lástima por las heridas que en mi alma ha causado la culpa, me perdones mis voluntarios extravíos, y perdonándome me busques, y encontrándome me coloques sobre tus hombros, y no me dejes hasta que vuelva a comer de una vez para siempre los celestiales manjares con que Tú regalas a tus más queridas y constantes ovejas; que yo te prometo, asistido de tu divina y poderosa gracia, llorar mi vida pasada; y desde ahora, postrado, digo con todas las veras de mi corazón: que me pesa en el alma de haberte ofendido. Misericordia, Jesús mío: perdón, gracia y después la Gloria.

Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Jesús mío dulcísimo, Divino Pastor de las almas, que queriendo que la redención fuese copiosísima, y que sobreabundase la gracia
donde abundó el delito, no sólo te constituiste Pastor celosísimo de todo el humano linaje dando tu vida por tus innumerables ovejas sino que en contraposición a Eva que les dio a comer un pasto de muerte, engalanaste a tu dignísima Madre y augusta compañera en la obra de tu infinito amor con aquel cúmulo de
perfección y eminentes virtudes que la hiciesen capaz de alimentar a todos con frutos de vida eterna. Concédenos ¡oh, caritativo Pastor de los Pastores! que así como Ella brilló con las inequívocas señales de verdadera y solícita Pastora, así nosotros
brillemos con las señales y caracteres de ovejas dóciles y sumisas, para que patrocinadas por Ella siempre y en todas ocasiones y circunstancia, seamos introducidos en la amena y encantadora
pradera donde hay árboles que dan doce frutos al año y allí por toda la eternidad cantemos tus alabanzas y las suyas con los ángeles.
Amén.

DIA SEXTO:POR LOS CIENTÍFICOS E INVESTIGADORES

PASTORA, SANTUARIO DE LA DIVINIDAD

Pastora María, que enseñada por Dios a orar, fuiste tan continua y perseverante en la oración, que desde el primer instante que tuviste vida, y con ella el perfecto uso de tu razón, comenzaste a tener oración, y no la dejaste, como tan instruida en la doctrina de
Jesucristo, tu celestial maestro, hasta que en un rapto fuiste arrebatada al empíreo. Te rogamos, ¡oh, estática virgen maría! que nos alcances un decidido amor a la oración, para que sirviéndonos Tú de modelo, y desprendiéndonos de todo afecto terreno, podamos aspirar a los goces de la bienaventuranza, en donde esperamos veros algún día, para siempre alabar, bendecir y
amar juntamente con Vos, a tu Hijo Jesús, por los siglos de los siglos.

Amén.

(Después de concluida la oración del día, se rezarán tres avemarías y gloria, pidiendo a la Divina Pastora su intercesión y protección frente a esta grave pandemia)

V. Pastora María, ruega por nosotros pecadores.

R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

DEPRECACIÓN

Dios y Señor mío, Pastor vigilantísimo de las almas, que llenando por Ti mismo todas las penosas obligaciones que te imponía tu tierno pero espinoso cargo viniste en tu misericordia a instruirnos en los medios más oportunos para ingresar en tu supremo redil; y que, no satisfecho tu intenso amor con haber dado tu vida por todas tus ovejas, nos legaste en tu divino testamento como Madre y solícita Pastora a la Santísima Virgen María, para que incesantemente velase por nosotros y fuese el canal seguro por donde nos viniesen tus gracias. Por su intercesión poderosa te
rogamos, dueño de nuestras almas, que una vez llamados por Ti, y por Ti introducidos en el vergel ameno de tu Iglesia, sigamos los
pasos de nuestra celestial Pastora, para que a su imitación tengamos una fe viva, una humildad heroica, una obediencia ciega, una misericordia desinteresada, amemos la oración, seamos en el cuerpo y en el alma tan puros como los ángeles, estando dispuestos a derramar toda nuestra sangre en testimonio de
nuestras católicas creencias, y en obsequio de la salud y felicidad espiritual de nuestros hermanos: y viviendo todos los días en tu
gracia, oh hermosísimo Pastor de los pastores, merezcamos morir asistidos de nuestra amada Pastora María, para que con los ángeles y santos podamos cantar tus bondades y sus misericordias en la Gloria, por los siglos de los siglos.

Amén.

ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO ANTE EL CORONAVIRUS
«Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.

Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.

Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.

Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.

Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, o Virgen gloriosa y bendita».

jueves, 19 de marzo de 2020

DEVOTA NOVENA DE ROGATIVAS EN HONOR A LA DIVINA PASTORA DE LAS ALMAS. QUINTO DÍA



ACTO DE CONTRICCIÓN
Jesús mío dulcísimo, Pastor amoroso de las Almas, que en aras de tu eterna caridad al hombre, descarriado de su legítimo y primitivo aprisco, viniste para servirle de introductor en el huerto cerrado de tus más gustosos y saludables pastos, y entonces gozoso volviste al seno de tu Padre, cuando aseguradas tus ovejas, dejaste amarrado al pie de tu divino cayado al lobo voraz empeñado en su ruina. Te ruego Redentor amoroso, que movido a lástima por las heridas que en mi alma ha causado la culpa, me perdones mis voluntarios extravíos, y perdonándome me busques, y encontrándome me coloques sobre tus hombros, y no me dejes hasta que vuelva a comer de una vez para siempre los celestiales manjares con que Tú regalas a tus más queridas y constantes ovejas; que yo te prometo, asistido de tu divina y poderosa gracia, llorar mi vida pasada; y desde ahora, postrado, digo con todas las veras de mi corazón: que me pesa en el alma de haberte ofendido. Misericordia, Jesús mío: perdón, gracia y después la Gloria.
Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Jesús mío dulcísimo, Divino Pastor de las almas, que queriendo que la redención fuese copiosísima, y que sobreabundase la gracia donde abundó el delito, no sólo te constituiste Pastor celosísimo de todo el humano linaje dando tu vida por tus innumerables ovejas sino que en contraposición a Eva que les dio a comer un pasto de muerte, engalanaste a tu dignísima Madre y augusta compañera en la obra de tu infinito amor con aquel cúmulo de perfección y eminentes virtudes que la hiciesen capaz de alimentar a todos con frutos de vida eterna. Concédenos ¡oh, caritativo Pastor de los Pastores! que así como Ella brilló con las inequívocas señales de verdadera y solícita Pastora, así nosotros brillemos con las señales y caracteres de ovejas dóciles y sumisas, para que patrocinadas por Ella siempre y en todas ocasiones y circunstancia, seamos introducidos en la amena y encantadora pradera donde hay árboles que dan doce frutos al año y allí por toda la eternidad cantemos tus alabanzas y las suyas con los ángeles.
Amén.

DIA QUINTO: POR LOS GOBERNANTES Y AUTORIDADES CIVILES Y MILITARES

PASTORA, HORNO ENCENDIDO DEL AMOR DIVINO
Pastora María, verdadera Reina del amor, que, vacía de Tí misma, tuviste siempre el corazón lleno del fuego de la caridad para con tu Dios y Señor, hasta el punto de que el amor que le tenías, sobrepujase al que como Criador, como Redentor y como glorificador le tuvieron, le tienen y tendrán todos los hombres, todos los ángeles y los santos todos. Te rogamos, ¡oh, Señora de los Serafines! que, guardadas las posibles proporciones, nuestro corazón como el tuyo arda de día y de noche en la fragua del divino amor, para que, amándolo en la vida, le amemos en la muerte, y contigo le amemos en la eternidad por todos los siglos.
Amén.

(Después de concluida la oración del día, se rezarán tres avemarías y gloria, pidiendo a la Divina Pastora su intercesión y protección frente a esta grave pandemia)
V. Pastora María, ruega por nosotros pecadores.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

DEPRECACIÓN
Dios y Señor mío, Pastor vigilantísimo de las almas, que llenando por Ti mismo todas las penosas obligaciones que te imponía tu tierno pero espinoso cargo viniste en tu misericordia a instruirnos en los medios más oportunos para ingresar en tu supremo redil; y que, no satisfecho tu intenso amor con haber dado tu vida por todas tus ovejas, nos legaste en tu divino testamento como Madre y solícita Pastora a la Santísima Virgen María, para que incesantemente velase por nosotros y fuese el canal seguro por donde nos viniesen tus gracias. Por su intercesión poderosa te rogamos, dueño de nuestras almas, que una vez llamados por Ti, y por Ti introducidos en el vergel ameno de tu Iglesia, sigamos los pasos de nuestra celestial Pastora, para que a su imitación tengamos una fe viva, una humildad heroica, una obediencia ciega, una misericordia desinteresada, amemos la oración, seamos en el cuerpo y en el alma tan puros como los ángeles, estando dispuestos a derramar toda nuestra sangre en testimonio de
nuestras católicas creencias, y en obsequio de la salud y felicidad espiritual de nuestros hermanos: y viviendo todos los días en tu gracia, oh hermosísimo Pastor de los pastores, merezcamos morir asistidos de nuestra amada Pastora María, para que con los ángeles y santos podamos cantar tus bondades y sus misericordias en la Gloria, por los siglos de los siglos.
Amén.

ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO ANTE EL CORONAVIRUS
«Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.
Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.
Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, oh Virgen gloriosa y bendita»

miércoles, 18 de marzo de 2020

DEVOTA NOVENA DE ROGATIVAS EN HONOR A LA DIVINA PASTORA DE LAS ALMAS . CUARTO DÍA



ACTO DE CONTRICCIÓN
Jesús mío dulcísimo, Pastor amoroso de las Almas, que en aras de tu eterna caridad al hombre, descarriado de su legítimo y primitivo aprisco, viniste para servirle de introductor en el huerto cerrado de tus más gustosos y saludables pastos, y entonces
gozoso volviste al seno de tu Padre, cuando aseguradas tus ovejas, dejaste amarrado al pie de tu divino cayado al lobo voraz empeñado en su ruina. Te ruego Redentor amoroso, que movido a lástima por las heridas que en mi alma ha causado la culpa, me perdones mis voluntarios extravíos, y perdonándome me busques, y encontrándome me coloques sobre tus hombros, y no me dejes hasta que vuelva a comer de una vez para siempre los celestiales manjares con que Tú regalas a tus más queridas y constantes ovejas; que yo te prometo, asistido de tu divina y poderosa gracia, llorar mi vida pasada; y desde ahora, postrado, digo con todas las veras de mi corazón: que me pesa en el alma de haberte ofendido. Misericordia, Jesús mío: perdón, gracia y después la Gloria.
Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Jesús mío dulcísimo, Divino Pastor de las almas, que queriendo que la redención fuese copiosísima, y que sobreabundase la gracia donde abundó el delito, no sólo te constituiste Pastor celosísimo de todo el humano linaje dando tu vida por tus innumerables ovejas sino que en contraposición a Eva que les dio a comer un pasto de muerte, engalanaste a tu dignísima Madre y augusta compañera en la obra de tu infinito amor con aquel cúmulo de perfección y eminentes virtudes que la hiciesen capaz de alimentar a todos con frutos de vida eterna. Concédenos ¡oh, caritativo Pastor de los Pastores! que así como Ella brilló con las inequívocas señales de verdadera y solícita Pastora, así nosotros brillemos con las señales y caracteres de ovejas dóciles y sumisas, para que patrocinadas por Ella siempre y en todas ocasiones y circunstancia, seamos introducidos en la amena y encantadora pradera donde hay árboles que dan doce frutos al año y allí por toda la eternidad cantemos tus alabanzas y las suyas con los ángeles.
Amén.

DIA CUARTO: POR EL PERSONAL SANITARIO

PASTORA, TRONO DE MISERICORDIA
Pastora María, que, constituida por Dios trono del divino Salomón, en el cual habitando el Verbo encarnado, te llenó de misericordia, para que como Madre de Ella, socorrieses a
todos los que, necesitados implorasen tu auxilio, llenando tan cumplidamente tu honroso y caritativo cometido, que si en vida socorrías a los menesterosos, aun sin que te lo pidiesen, tu misericordia ha crecido, porque desde el empiezo ves mejor las miserias de los hombres todos, que son tus hijos. Te rogamos, ¡oh, la más compasiva de las madres y más cariñosa de las Pastoras! que de tal modo llenemos las leyes de misericordia, que todos los necesitados bendigan vuestro nombre, para que habiéndote imitado generosos, gozosos te acompañemos en la Jerusalén celestial de la Gloria.
Amén.

(Después de concluida la oración del día, se rezarán tres avemarías y gloria, pidiendo a la Divina Pastora su intercesión y protección frente a esta grave pandemia)

V. Pastora María, ruega por nosotros pecadores.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

DEPRECACIÓN
Dios y Señor mío, Pastor vigilantísimo de las almas, que llenando por Ti mismo todas las penosas obligaciones que te imponía tu tierno pero espinoso cargo viniste en tu misericordia a instruirnos en los medios más oportunos para ingresar en tu supremo redil; y que, no satisfecho tu intenso amor con haber dado tu vida por todas tus ovejas, nos legaste en tu divino testamento como Madre y solícita Pastora a la Santísima Virgen María, para que incesantemente velase por nosotros y fuese el canal seguro por donde nos viniesen tus gracias. Por su intercesión poderosa te rogamos, dueño de nuestras almas, que una vez llamados por Ti, y por Ti introducidos en el vergel ameno de tu Iglesia, sigamos los
pasos de nuestra celestial Pastora, para que a su imitación tengamos una fe viva, una humildad heroica, una obediencia ciega, una misericordia desinteresada, amemos la oración, seamos en el cuerpo y en el alma tan puros como los ángeles, estando dispuestos a derramar toda nuestra sangre en testimonio de
nuestras católicas creencias, y en obsequio de la salud y felicidad espiritual de nuestros hermanos: y viviendo todos los días en tu gracia, oh hermosísimo Pastor de los pastores, merezcamos morir asistidos de nuestra amada Pastora María, para que con los ángeles y santos podamos cantar tus bondades y sus misericordias en la Gloria, por los siglos de los siglos.
Amén.

ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO ANTE EL CORONAVIRUS
«Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.
Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.
Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, o Virgen gloriosa y bendita».

martes, 17 de marzo de 2020

DEVOTA NOVENA DE ROGATIVAS EN HONOR A LA DIVINA PASTORA DE LAS ALMAS. DÍA TERCERO

 
ACTO DE CONTRICCIÓN
Jesús mío dulcísimo, Pastor amoroso de las Almas, que en aras de tu eterna caridad al hombre, descarriado de su legítimo y primitivo aprisco, viniste para servirle de introductor en el huerto cerrado de tus más gustosos y saludables pastos, y entonces gozoso volviste al seno de tu Padre, cuando aseguradas tus ovejas, dejaste amarrado al pie de tu divino cayado al lobo voraz empeñado en su ruina. Te ruego Redentor amoroso, que movido a lástima por las heridas que en mi alma ha causado la culpa, me perdones mis voluntarios extravíos, y perdonándome me busques, y encontrándome me coloques sobre tus hombros, y no me dejes hasta que vuelva a comer de una vez para siempre los celestiales manjares con que Tú regalas a tus más queridas y constantes ovejas; que yo te prometo, asistido de tu divina y poderosa gracia, llorar mi vida pasada; y desde ahora, postrado, digo con todas las veras de mi corazón: que me pesa en el alma de haberte ofendido. Misericordia, Jesús mío: perdón, gracia y después la Gloria.
Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Jesús mío dulcísimo, Divino Pastor de las almas, que queriendo que la redención fuese copiosísima, y que sobreabundase la gracia donde abundó el delito, no sólo te constituiste Pastor celosísimo de todo el humano linaje dando tu vida por tus innumerables ovejas sino que en contraposición a Eva que les dio a comer un pasto de muerte, engalanaste a tu dignísima Madre y augusta compañera en la obra de tu infinito amor con aquel cúmulo de perfección y eminentes virtudes que la hiciesen capaz de alimentar a todos con frutos de vida eterna. Concédenos ¡oh, caritativo Pastor de los Pastores! que así como Ella brilló con las inequívocas señales de verdadera y solícita Pastora, así nosotros brillemos con las señales y caracteres de ovejas dóciles y sumisas, para que patrocinadas por Ella siempre y en todas ocasiones y circunstancia, seamos introducidos en la amena y encantadora pradera donde hay árboles que dan doce frutos al año y allí por toda la eternidad cantemos tus alabanzas y las suyas con los ángeles.
Amén.

DIA TERCERO: POR LOS ANCIANOS Y GRUPO DE RIESGO

PASTORA, HIJA NOBILÍSIMA DEL ETERNO PADRE
Pastora María, que, asociada por Dios al plan de la humana redención, reparaste con tu sumisa y absoluta obediencia el inmenso daño que hizo Eva con su osada e inconcebible desobediencia, puesto que requerida por un Ángel para que prestases tu necesario consentimiento a la obra de todos los siglos, por el amor que tenías a la obediencia, no quisiste llamarte con otro nombre, que con el de esclava. Te rogamos, ¡oh encantadora Pastora! que así como Tú, desnuda de toda voluntad, ni con las obras ni con el pensamiento contradijiste al Señor, sino que siempre viviste obediente a su soberana voluntad, hagas que nosotros, conociendo su voz y siguiéndola, nos desnudemos de toda inclinación altiva, y nos pleguemos al sacrificio, que de nuestro orgullo nos exige tu divino Hijo, para que venciéndonos a nosotros mismos, logremos gozar la libertad de hijos de Dios en la Gloria.
Amén.

(Después de concluida la oración del día, se rezarán tres avemarías y gloria, pidiendo a la Divina Pastora su intercesión y protección frente a esta grave pandemia)
V. Pastora María, ruega por nosotros pecadores.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

DEPRECACIÓN
Dios y Señor mío, Pastor vigilantísimo de las almas, que llenando por Ti mismo todas las penosas obligaciones que te imponía tu tierno pero espinoso cargo viniste en tu misericordia a instruirnos en los medios más oportunos para ingresar en tu supremo redil; y que, no satisfecho tu intenso amor con haber dado tu vida por todas tus ovejas, nos legaste en tu divino testamento como Madre y solícita Pastora a la Santísima Virgen María, para que incesantemente velase por nosotros y fuese el canal seguro por donde nos viniesen tus gracias. Por su intercesión poderosa te rogamos, dueño de nuestras almas, que una vez llamados por Ti, y por Ti introducidos en el vergel ameno de tu Iglesia, sigamos los
pasos de nuestra celestial Pastora, para que a su imitación tengamos una fe viva, una humildad heroica, una obediencia ciega, una misericordia desinteresada, amemos la oración, seamos en el cuerpo y en el alma tan puros como los ángeles, estando dispuestos a derramar toda nuestra sangre en testimonio de
nuestras católicas creencias, y en obsequio de la salud y felicidad espiritual de nuestros hermanos: y viviendo todos los días en tu gracia, oh hermosísimo Pastor de los pastores, merezcamos morir asistidos de nuestra amada Pastora María, para que con los ángeles y santos podamos cantar tus bondades y sus misericordias en la Gloria, por los siglos de los siglos.
Amén.

ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO ANTE EL CORONAVIRUS
«Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.
Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.
Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, o Virgen gloriosa y bendita».

lunes, 16 de marzo de 2020

DEVOTA NOVENA DE ROGATIVAS EN HONOR A LA DIVINA PASTORA DE LAS ALMAS. DÍA SEGUNDO

 

ACTO DE CONTRICCIÓN
Jesús mío dulcísimo, Pastor amoroso de las Almas, que en aras de tu eterna caridad al hombre, descarriado de su legítimo y primitivo aprisco, viniste para servirle de introductor en el huerto cerrado de tus más gustosos y saludables pastos, y entonces gozoso volviste al seno de tu Padre, cuando aseguradas tus ovejas, dejaste amarrado al pie de tu divino cayado al lobo voraz empeñado en su ruina. Te ruego Redentor amoroso, que movido a lástima por las heridas que en mi alma ha causado la culpa, me perdones mis voluntarios extravíos, y perdonándome me busques, y encontrándome me coloques sobre tus hombros, y no me dejes hasta que vuelva a comer de una vez para siempre los celestiales manjares con que Tú regalas a tus más queridas y constantes ovejas; que yo te prometo, asistido de tu divina y poderosa gracia, llorar mi vida pasada; y desde ahora, postrado, digo con todas las veras de mi corazón: que me pesa en el alma de haberte ofendido. Misericordia, Jesús mío: perdón, gracia y después la Gloria.
Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Jesús mío dulcísimo, Divino Pastor de las almas, que queriendo que la redención fuese copiosísima, y que sobreabundase la gracia donde abundó el delito, no sólo te constituiste Pastor celosísimo de todo el humano linaje dando tu vida por tus innumerables ovejas sino que en contraposición a Eva que les dio a comer un pasto de muerte, engalanaste a tu dignísima Madre y augusta compañera en la obra de tu infinito amor con aquel cúmulo de perfección y eminentes virtudes que la hiciesen capaz de alimentar a todos con frutos de vida eterna. Concédenos ¡oh, caritativo Pastor de los Pastores! que así como Ella brilló con las inequívocas señales de verdadera y solícita Pastora, así nosotros brillemos con las señales y caracteres de ovejas dóciles y sumisas, para que patrocinadas por Ella siempre y en todas ocasiones y circunstancia, seamos introducidos en la amena y encantadora pradera donde hay árboles que dan doce frutos al año y allí por toda la eternidad cantemos tus alabanzas y las suyas con los ángeles.
Amén.

DIA SEGUNDO: POR LOS ENFERMOS

PASTORA, LA MÁS DIGNA ENTRE LAS OBRAS DE DIOS
Pastora María, que enriquecida por Dios con las exquisitas gracias, lejos de envanecerte, heriste el corazón de tu Amado con el cabello de tu cuello, o sea, con el humilde concepto que formaste siempre de Tí misma, reconociendo que la humildad es el sólido fundamento de toda santidad. Te ruego, ¡oh riquísima Pastora! que con esa misma luz que tenías para conocer la infinita bondad y grandeza de Dios, y tu propia pequeñez ensalzada por su Gracia, nos alumbres en nuestras tinieblas, y entrando por la humildad a formar parte del rebaño escogido, subamos a la cumbre de la perfección cristiana para que después de imitarle en la tierra, nos regocijemos contigo en la Gloria.
Amén.

(Después de concluida la oración del día, se rezarán tres avemarías y gloria, pidiendo a la Divina Pastora su intercesión y protección frente a esta grave pandemia)
V. Pastora María, ruega por nosotros pecadores.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

DEPRECACIÓN
Dios y Señor mío, Pastor vigilantísimo de las almas, que llenando por Ti mismo todas las penosas obligaciones que te imponía tu tierno pero espinoso cargo viniste en tu misericordia a instruirnos en los medios más oportunos para ingresar en tu supremo redil; y que, no satisfecho tu intenso amor con haber dado tu vida por todas tus ovejas, nos legaste en tu divino testamento como Madre y solícita Pastora a la Santísima Virgen María, para que incesantemente velase por nosotros y fuese el canal seguro por donde nos viniesen tus gracias. Por su intercesión poderosa te rogamos, dueño de nuestras almas, que una vez llamados por Ti, y por Ti introducidos en el vergel ameno de tu Iglesia, sigamos los
pasos de nuestra celestial Pastora, para que a su imitación tengamos una fe viva, una humildad heroica, una obediencia ciega, una misericordia desinteresada, amemos la oración, seamos en el cuerpo y en el alma tan puros como los ángeles, estando dispuestos a derramar toda nuestra sangre en testimonio de
nuestras católicas creencias, y en obsequio de la salud y felicidad espiritual de nuestros hermanos: y viviendo todos los días en tu gracia, oh hermosísimo Pastor de los pastores, merezcamos morir asistidos de nuestra amada Pastora María, para que con los ángeles y santos podamos cantar tus bondades y sus misericordias en la Gloria, por los siglos de los siglos.
Amén.

ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO ANTE EL CORONAVIRUS
«Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.
Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.
Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, o Virgen gloriosa y bendita».

domingo, 15 de marzo de 2020

AÑO JUBILAR PASTOREÑO Nota informativa


Se pone en conocimiento de todos los hermanos y fieles en general que, según establece la Penitenciaría Apostólica en lo referente a la celebración del Año Jubilar Pastoreño, en la presente situación de pandemia y debido a la imposibilidad de acudir a la parroquia para participar ante la imagen de la Divina Pastora en la oración y las celebraciones jubilares, se puede conseguir la Indulgencia Plenaria si rechazando todo pecado y con intención de cumplir, tan pronto como sea posible, las tres condiciones habituales (Confesión, Comunión y oración por el Papa), se ofrecen a Dios las molestias e incomodidades y se reza por la fidelidad a la vocación cristiana, por las vocaciones sacerdotales y religiosas y por la defensa de la familia,
concluyéndose con la oración del Padre Nuestro, el Credo y una invocación a la Divina Pastora.

Facilitamos un sencillo guión para alcanzar de esta manera la Indulgencia Plenaria:

- ACTO DE CONTRICIÓN
- CREDO /PADRE NUESTRO
- SIETE AVEMARÍAS A LA DIVINA PASTORA:
Pastora María, llena de la gracia, salva a tus ovejas que tu amparo claman.
Por la Iglesia y por el Papa, su persona e intenciones.
Dios te salve, María…

Alabada sea la Trinidad Santa, porque a mi Pastora la llenó de Gracia.
Por los obispos y sacerdotes.
Dios te salve, María…

Si pues tu devoto tanto de ti alcanza, el bien que te pido mi perseverancia.
Por las vocaciones sacerdotales y religiosas.
Dios te salve, María…

Toda hermosa eres mi Pastora amada, toda hermosa eres sin la menor mancha.
Por la defensa de la familia.
Dios te salve, María…

Oculto el demonio me espera y me aguarda y cual lobo astuto me pone acechanza.
Por la fidelidad a la vocación cristiana.
Dios te salve, María…

Refugio y amparo de todas las almas, como simple oveja te llamo con ansia.

Por los enfermos y el cese de la actual pandemia.
Dios te salve, María…

A ti te encomiendo mi cuerpo y mi alma, sentido y potencia, cuanto diga y haga.
Por todos los difuntos.
Dios te salve, María…

¡Madre divina del Buen Pastor, de tus ovejas oye el clamor!

- ORACIÓN DEL AÑO JUBILAR
 

DEVOTA NOVENA DE ROGATIVAS EN HONOR A LA DIVINA PASTORA DE LAS ALMAS. DÍA PRIMERO



ACTO DE CONTRICCIÓN
Jesús mío dulcísimo, Pastor amoroso de las Almas, que en aras de tu eterna caridad al hombre, descarriado de su legítimo y primitivo aprisco, viniste para servirle de introductor en el huerto cerrado de tus más gustosos y saludables pastos, y entonces gozoso volviste al seno de tu Padre, cuando aseguradas tus ovejas, dejaste amarrado al pie de tu divino cayado al lobo voraz empeñado en su ruina. Te ruego Redentor amoroso, que movido a lástima por las heridas que en mi alma ha causado la culpa, me perdones mis voluntarios extravíos, y perdonándome me busques, y encontrándome me coloques sobre tus hombros, y no me dejes hasta que vuelva a comer de una vez para siempre los celestiales manjares con que Tú regalas a tus más queridas y constantes ovejas; que yo te prometo, asistido de tu divina y poderosa gracia, llorar mi vida pasada; y desde ahora, postrado, digo con todas las veras de mi corazón: que me pesa en el alma de haberte ofendido. Misericordia, Jesús mío: perdón, gracia y después la Gloria.
Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Jesús mío dulcísimo, Divino Pastor de las almas, que queriendo que la redención fuese copiosísima, y que sobreabundase la gracia donde abundó el delito, no sólo te constituiste Pastor celosísimo de todo el humano linaje dando tu vida por tus innumerables ovejas sino que en contraposición a Eva que les dio a comer un pasto de muerte, engalanaste a tu dignísima Madre y augusta compañera en la obra de tu infinito amor con aquel cúmulo de perfección y eminentes virtudes que la hiciesen capaz de alimentar a todos con frutos de vida eterna. Concédenos ¡oh, caritativo Pastor de los Pastores! que así como Ella brilló con las inequívocas señales de verdadera y solícita Pastora, así nosotros brillemos con las señales y caracteres de ovejas dóciles y sumisas, para que patrocinadas por Ella siempre y en todas ocasiones y circunstancia, seamos introducidos en la amena y encantadora
pradera donde hay árboles que dan doce frutos al año y allí por toda la eternidad cantemos tus alabanzas y las suyas con los ángeles.
Amén.

DÍA PRIMERO: POR LOS DIFUNTOS

PASTORA, MODELO PERFECTO
DE TODAS LAS VIRTUDES
Pastora María, que elevada a tan honroso cargo por el supremo Pastor Jesucristo, tu Divino Hijo, llenaste el vasto campo de tan sagradas obligaciones, practicando en grado eminente la meritoria y fecunda virtud de la fe, creyendo que a pesar de tantos y tan poderosos obstáculos, se cumplirían sin falta las cosas que se te habían dicho de parte del Señor. Te ruego, ¡oh fidelísima Pastora mía! que por lo mismo que fuiste todavía más feliz en percibir la fe de Cristo que en concebir su inmaculada carne, nos consigas para entrar en el redil de Jesucristo el don inestimable de una fe dócil y operatoria que nos haga obrar con arreglo a nuestra santa creencia, para que en unión contigo merezcamos ver cara a cara y gozar por toda la eternidad a nuestro Dios y Señor.
Amén.
(Después de concluida la oración del día, se rezarán tres avemarías y gloria, pidiendo a la Divina Pastora su intercesión y protección frente a esta grave pandemia)
V. Pastora María, ruega por nosotros pecadores.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

DEPRECACIÓN
Dios y Señor mío, Pastor vigilantísimo de las almas, que llenando por Ti mismo todas las penosas obligaciones que te imponía tu tierno pero espinoso cargo viniste en tu misericordia a instruirnos en los medios más oportunos para ingresar en tu supremo redil; y que, no satisfecho tu intenso amor con haber dado tu vida por todas tus ovejas, nos legaste en tu divino testamento como Madre y solícita Pastora a la Santísima Virgen María, para que incesantemente velase por nosotros y fuese el canal seguro por donde nos viniesen tus gracias. Por su intercesión poderosa te rogamos, dueño de nuestras almas, que una vez llamados por Ti, y por Ti introducidos en el vergel ameno de tu Iglesia, sigamos los pasos de nuestra celestial Pastora, para que a su imitación tengamos una fe viva, una humildad heroica, una obediencia ciega, una misericordia desinteresada, amemos la oración, seamos en el cuerpo y en el alma tan puros como los ángeles, estando dispuestos a derramar toda nuestra sangre en testimonio de nuestras católicas creencias, y en obsequio de la salud y felicidad espiritual de nuestros hermanos: y viviendo todos los días en tu gracia, oh hermosísimo Pastor de los pastores, merezcamos morir asistidos de nuestra amada Pastora María, para que con los ángeles y santos podamos cantar tus bondades y sus misericordias en la Gloria, por los siglos de los siglos.
Amén.

ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO ANTE EL CORONAVIRUS
«Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.
Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.
Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, o Virgen gloriosa y bendita».

NOVENA DE ROGATIVAS VÍA INTERNET


jueves, 12 de marzo de 2020

COMUNICADO DE LA HERMANDAD


Siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias en relación con la epidemia del Covid-19 (coronavirus), la Junta de Gobierno en ejercicio de su responsabilidad, y como medida de prevención, ha decidido aplazar las peregrinaciones con motivo del Año Jubilar los dos próximos fines de semana.

Las misas ante el altar jubilar de la Divina Pastora se mantendrán los domingos a las 13 hs., aplicándose en rogativas por la erradicación de la epidemia y el pronto restablecimiento de las personas afectadas.