A la finalización de la misma comenzó el Besamanos a la Divina Pastora, en el que multitud de hermanos y devotos pasaron durante todo el día para postrarse a los pies de la Virgen. La representación de la hermandad cantillanera fue atendida en todo momento por el Vice Hermano Mayor don Juan José Romero Ruíz y su Junta de Gobierno, con quienes se visitaron las dependencias de la hermandad y se compartieron momentos de convivencia pastoreña.
La Hermandad de la Divina Pastora de San Fernando, como tal
corporación, se fundó en la entonces llamada Isla de León en el año 1782, en
una capilla de la casería principal propiedad de don Domingo de Olea, en torno
a una imagen que en ella se veneraba y que, según la tradición, fue donada por el mismo fray Isidoro de Sevilla en 1736. Se considera que la fundación de esta
hermandad fue en buena parte desencadenada por la predicación del Beato Diego José
de Cádiz en la Isla durante la cuaresma de 1781, quien como incansable
propagador de la devoción pastoreña, con sus encendidas homilías movería los
espíritus de los fieles a fundar la Hermandad de la Divina Pastora. La actual imagen de la Divina Pastora de las Almas Coronada
es una interesante imagen para vestir, tallada en madera, siendo realizada entre
1789 y 1791, de autor desconocido y que sustituiría a la anterior ubicada en el
Palacio Olea. En el año 2004 fue coronada canónicamente, coincidiendo con el
cincuentenario del nombramiento de la capilla pastoreña como parroquia, siendo
también reconocido oficialmente su copatronazgo sobre la ciudad ese mismo año.
La ciudad de San Fernando vería nacer el 14 de enero de 1835
al Beato Marcelo Spínola, Hermano Mayor Perpetuo de la Hermandad de la Divina
Pastora de Cantillana, quien es gratamente recordado, en forma de cerámicas y
bustos, en las calles y plazas de su ciudad natal, donde pasaría los primeros
años de su vida, antes de cursar sus estudios y sentir la llamada de Dios.
