El pueblo pastoreño aportó más de una tonelada de alimentos no perecederos para los más necesitados.
El pasado domingo 19 de mayo durante la celebración del Besamanos a la Divina Pastora, los pastoreños mostraron su solidaridad con los más necesitados en una jornada histórica y sin precedentes, aportando más de mil kilos de alimentos no perecederos.
Desde que se abrió el Besamanos a nuestra titular, tras el rezo del Regina Coeli, todo hacía presagiar el rotundo éxito de esta iniciativa solidaria, al acudir masivamente desde primera hora, niños y mayores, al encuentro con su Divina Pastora con el pensamiento puesto en los hermanos más desfavorecidos, depositando a las plantas de su Divino Hijo una ofrenda de alimentos.
Durante todo el día los pastoreños se dieron cita en la parroquia para besar la mano de la Virgen, en interminables colas, en una jornada festiva y solidaria que supondría finalmente la mayor recogida de alimentos, hasta el momento, llevada a cabo en nuestro pueblo por una hermandad, que será destinada al banco de alimentos de Cantillana Solidaria.
Esta iniciativa se une a otras que la hermandad se ha propuesto en este Año de la Fe, como la supresión de una de las bandas de música en las fiestas del mes de septiembre, destinándose íntegramente su importe a la bolsa de caridad, tal y como se aprobó en el último cabildo de hermanos, y que se engloba en las múltiples acciones llevadas a cabo por la Diputación de Caridad durante todo el año, atendiendo, en la medida de lo posible, los casos de urgente necesidad que se le presentan. Del mismo modo desde la Diputación de Juventud se están llevando a cabo proyectos solidarios, como la colaboración que presta el Grupo Joven en el comedor social de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl en Sevilla, donde además de colaborar habitualmente, también aportan alimentos para su cocina.
En estos tiempos de crisis, los cristianos consecuentes debemos abrazar con mucho amor a todos aquellos que viven afligidos por la falta de recursos económicos. Si somos indiferentes con los pobres, especialmente con los que han nacido en condiciones humildes, tal como nació Jesús, no podemos decir que sentimos o conocemos que es la palabra caridad.
Por eso, desde aquí queremos agradecer la colaboración a todos aquellos que, de forma mayoritaria, fueron coherentes con el evangelio y la fe que profesan, y que ante este problema que estamos viviendo en nuestra sociedad, no pasaron de largo o con las manos vacías, sino que mostraron su solidaridad con los hermanos más necesitados con un gesto que, sin duda, llena de satisfacción y agrado a la que es Madre de todos, nuestra Divina Pastora.
“A los hambrientos colmó de bienes ...” Lc 1, 53