Los fieles: jerarquía, laicos, vida
consagrada
177. ¿Quiénes son los fieles?
Los fieles son aquellos que, incorporados a Cristo
mediante el Bautismo, han sido constituidos miembros del Pueblo de Dios; han
sido hecho partícipes, cada uno según su propia condición, de la función
sacerdotal, profética y real de Cristo, y son llamados a llevar a cabo la misión
confiada por Dios a la Iglesia. Entre ellos hay una verdadera igualdad en su
dignidad de hijos de Dios.
178. ¿Cómo está formado el Pueblo de Dios?
En la Iglesia, por institución divina, hay
ministros sagrados, que han recibido el sacramento del Orden y forman la
jerarquía de la Iglesia. A los demás fieles se les llama laicos. De unos
y otros provienen fieles que se consagran de modo especial a Dios por la
profesión de los consejos evangélicos: castidad en el celibato, pobreza y
obediencia.
179. ¿Por qué Cristo instituyó la jerarquía eclesiástica?
Cristo instituyó la jerarquía eclesiástica con la
misión de apacentar al Pueblo de Dios en su nombre, y para ello le dio
autoridad. La jerarquía está formada por los ministros sagrados: obispos,
presbíteros y diáconos. Gracias al sacramento del Orden, los obispos y
presbíteros actúan, en el ejercicio de su ministerio, en nombre y en la persona
de Cristo cabeza; los diáconos sirven al Pueblo de Dios en la diaconía
(servicio) de la palabra, de la liturgia y de la caridad.
180. ¿En qué consiste la dimensión colegial del ministerio de la
Iglesia?
A ejemplo de los doce Apóstoles, elegidos y enviados
juntos por Cristo, la unión de los miembros de la jerarquía eclesiástica está al
servicio de la comunión de todos los fieles. Cada obispo ejerce su ministerio
como miembro del colegio episcopal, en comunión con el Papa, haciéndose
partícipe con él de la solicitud por la Iglesia universal. Los sacerdotes
ejercen su ministerio en el presbiterio de la Iglesia particular, en comunión
con su propio obispo y bajo su guía.
181. ¿Por qué el ministerio eclesial tiene también un carácter
personal?
El ministerio eclesial tiene también un carácter
personal, en cuanto que, en virtud del sacramento del Orden, cada uno es
responsable ante Cristo, que lo ha llamado personalmente, confiriéndole la
misión.
182. ¿Cuál es la misión del Papa?
El Papa, Obispo de Roma y sucesor de san Pedro, es
el perpetuo y visible principio y fundamento de la unidad de la Iglesia. Es el
Vicario de Cristo, cabeza del colegio de los obispos y pastor de toda la
Iglesia, sobre la que tiene, por institución divina, la potestad plena, suprema,
inmediata y universal.
183. ¿Cuál es la función del colegio de los obispos?
El colegio de los obispos, en comunión con el Papa y
nunca sin él, ejerce también él la potestad suprema y plena sobre la Iglesia.
184. ¿Cómo ejercen los obispos la misión de enseñar?
Los obispos, en comunión con el Papa, tienen el
deber de anunciar a todos el Evangelio, fielmente y con autoridad, como testigos
auténticos de la fe apostólica, revestidos de la autoridad de Cristo. Mediante
el sentido sobrenatural de la fe, el Pueblo de Dios se adhiere indefectiblemente
a la fe, bajo la guía del Magisterio vivo de la Iglesia.
185. ¿Cuándo se ejerce la infalibilidad del
Magisterio?
La infalibilidad del Magisterio se ejerce cuando el
Romano Pontífice, en virtud de su autoridad de Supremo Pastor de la Iglesia, o
el colegio de los obispos en comunión con el Papa, sobre todo reunido en un
Concilio Ecuménico, proclaman con acto definitivo una doctrina referente a la fe
o a la moral; y también cuando el Papa y los obispos, en su Magisterio
ordinario, concuerdan en proponer una doctrina como definitiva. Todo fiel debe
adherirse a tales enseñanzas con el obsequio de la fe.
Los obispos ejercen su función de santificar a la
Iglesia cuando dispensan la gracia de Cristo, mediante el ministerio de la
palabra y de los sacramentos, en particular de la Eucaristía; y también con su
oración, su ejemplo y su trabajo.
187. ¿Cómo ejercen los obispos la misión de gobernar?
Cada obispo, en cuanto miembro del colegio
episcopal, ejerce colegialmente la solicitud por todas las Iglesias particulares
y por toda la Iglesia, junto con los demás obispos unidos al Papa. El obispo, a
quien se ha confiado una Iglesia particular, la gobierna con la autoridad de su
sagrada potestad propia, ordinaria e inmediata, ejercida en nombre de Cristo,
Buen Pastor, en comunión con toda la Iglesia y bajo la guía del sucesor de
Pedro.
188. ¿Cuál es la vocación de los fieles laicos?
Los fieles laicos tienen como vocación propia la de
buscar el Reino de Dios, iluminando y ordenando las realidades temporales según
Dios. Responden así a la llamada a la santidad y al apostolado, que se dirige a
todos los bautizados.
189. ¿Cómo participan los fieles laicos en la misión sacerdotal
de Cristo?
Los laicos participan en la misión sacerdotal de
Cristo cuando ofrecen como sacrificio espiritual «agradable a Dios por mediación
de Jesucristo» (1 P 2, 5), sobre todo en la Eucaristía, la propia vida
con todas las obras, oraciones e iniciativas apostólicas, la vida familiar y el
trabajo diario, las molestias de la vida sobrellevadas con paciencia, así como
los descansos físicos y consuelos espirituales. De esta manera, también los
laicos, dedicados a Cristo y consagrados por el Espíritu Santo, ofrecen a Dios
el mundo mismo.
190. ¿Cómo participan los fieles laicos en la misión
profética de Cristo?
Los laicos participan en la misión profética de
Cristo cuando acogen cada vez mejor en la fe la Palabra de Cristo, y la anuncian
al mundo con el testimonio de la vida y de la palabra, mediante la
evangelización y la catequesis. Este apostolado «adquiere una eficacia
particular porque se realiza en las condiciones generales de nuestro mundo» (Lumen
Gentium 35).
191. ¿Cómo participan los fieles laicos en la misión regia de
Cristo?
Los laicos participan en la misión regia de Cristo
porque reciben de Él el poder de vencer el pecado en sí mismos y en el mundo,
por medio de la abnegación y la santidad de la propia vida. Los laicos ejercen
diversos ministerios al servicio de la comunidad, e impregnan de valores morales
las actividades temporales del hombre y las instituciones de la sociedad.
192. ¿Qué es la vida consagrada?
La vida consagrada es un estado de vida reconocido
por la Iglesia; una respuesta libre a una llamada particular de Cristo, mediante
la cual los consagrados se dedican totalmente a Dios y tienden a la perfección
de la caridad, bajo la moción del Espíritu Santo. Esta consagración se
caracteriza por la práctica de los consejos evangélicos.
193. ¿Qué aporta la vida consagrada a la misión de la Iglesia?
La vida consagrada participa en la misión de la
Iglesia mediante una plena entrega a Cristo y a los hermanos, dando testimonio
de la esperanza del Reino de los Cielos.