El pasado 25 de noviembre tuvo lugar en el Convento de Capuchinos de Sevilla, cuna de la Devoción Pastoreña, una reunión convocada por la Secretaría de la Confraternidad de Hermandades de la Divina Pastora de las Almas, que recae actualmente en la Hermandad de Capuchinos y la presidencia en la de Cantillana, para tratar de reorganizar esta Confraternidad.
Esta reunión se fraguó en unas conversaciones mantenidas el 8 de Septiembre en esta villa, estando presentes nuestro Hermano Mayor, y las Hermanas Mayores de San Antonio y de Capuchinos de Sevilla, fijándose entonces esta cita para finales del mes de noviembre.
En ella estuvieron representadas las hermandades pastoreñas de San
Antonio, Capuchinos, Santa Marina y la nuestra de Cantillana,
excusándose, por motivos laborales, la hermandad de Triana. También
asistió una representación de la Comunidad de Hermanos Menores
Capuchinos que allí residen.
Durante la reunión, como principio rector de la Confraternidad, se leyeron los Estatutos que fueron firmados en Cantillana el 24 de junio de 2001, que deben constituir la base por la que se regirá esta unión de hermandades, una vez que se adapten a las nuevas Normas Diocesanas, bajo la supervisión y autorización eclesiástica.
La idea fundamental es aunar esfuerzos y entre todas las hermandades, sin distinción de unas sobre otras y, sin ningún tipo de protagonismo ni personalismo vano, continuar con el crecimiento y propagación de la advocación pastoreña, como fieles continuadores de la labor de fray Isidoro de Sevilla.
Durante la reunión, como principio rector de la Confraternidad, se leyeron los Estatutos que fueron firmados en Cantillana el 24 de junio de 2001, que deben constituir la base por la que se regirá esta unión de hermandades, una vez que se adapten a las nuevas Normas Diocesanas, bajo la supervisión y autorización eclesiástica.
La idea fundamental es aunar esfuerzos y entre todas las hermandades, sin distinción de unas sobre otras y, sin ningún tipo de protagonismo ni personalismo vano, continuar con el crecimiento y propagación de la advocación pastoreña, como fieles continuadores de la labor de fray Isidoro de Sevilla.