JESUCRISTO
DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS, AL TERCER DÍA RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS
125. ¿Qué eran «los infiernos» a los que Jesús
descendió»?
Los «infiernos» –distintos del «infierno» de la condenación–
constituían el estado de todos aquellos, justos e injustos, que habían muerto
antes de Cristo. Con el alma unida a su Persona divina, Jesús tomó en los
infiernos a los justos que aguardaban a su Redentor para poder acceder
finalmente a la visión de Dios. Después de haber vencido, mediante su propia
muerte, a la muerte y al diablo «que tenía el poder de la muerte» (Hb 2, 14),
Jesús liberó a los justos, que esperaban al Redentor, y les abrió las puertas
del Cielo.
127. ¿Qué «signos» atestiguan la Resurrección de
Cristo?
Además del signo esencial, que es el sepulcro vacío, la Resurrección de Jesús
es atestiguada por las mujeres, las primeras que encontraron a Jesús resucitado
y lo anunciaron a los Apóstoles. Jesús después «se apareció a Cefas (Pedro) y
luego a los Doce, más tarde se apareció a más de quinientos hermanos a la vez»
(1 Co 15, 5-6), y aún a otros. Los Apóstoles no pudieron inventar la Resurrección , puesto
que les parecía imposible: en efecto, Jesús les echó en cara su incredulidad.
128. ¿Por qué la Resurrección es también un acontecimiento
trascendente?
evento histórico, verificado y atestiguado mediante signos y
testimonios, transciende y
sobrepasa la historia como misterio de la fe, en cuanto
implica la entrada de la humanidad de Cristo en la gloria de Dios. Por este
motivo, Cristo resucitado no se manifestó al mundo, sino a sus discípulos,
haciendo de ellos sus testigos ante el pueblo.
129. ¿Cuál es el estado del cuerpo resucitado de Jesús?
130. ¿De qué modo la Resurrección es obra
de la Santísima
Trinidad ?
131. ¿Cuál es el sentido y el alcance salvífico de la Resurrección ?
«JESUCRISTO SUBIÓ
A LOS CIELOS, Y ESTÁ SENTADO A LA
DERECHA DE DIOS, PADRE TODOPODEROSO»
132. ¿Qué representa la Ascensión ?
Cuarenta días después de haberse mostrado a los Apóstoles
bajo los rasgos de una
humanidad ordinaria, que velaban su gloria de Resucitado,
Cristo subió a los cielos y se sentó a la derecha del Padre. Desde entonces el
Señor reina con su humanidad en la gloria eterna de Hijo de Dios, intercede
incesantemente ante el Padre en favor nuestro, nos envía su Espíritu y nos da
la esperanza de llegar un día junto a Él, al lugar que nos tiene preparado.
«DESDE ALLÍ HA DE
VENIR A JUZGAR A VIVOS Y MUERTOS»
133. ¿Cómo reina ahora el Señor Jesús?
Como Señor del cosmos y de la historia, Cabeza de su
Iglesia, Cristo glorificado permanece misteriosamente en la tierra, donde su
Reino está ya presente, como germen y comienzo, en la Iglesia. Un día
volverá en gloria, pero no sabemos el momento. Por esto, vivimos vigilantes,
pidiendo: «¡Ven, Señor Jesús!» (Ap 22, 20).
134. ¿Cómo se realizará la venida del Señor en la gloria?
Después del último estremecimiento cósmico de este mundo que
pasa, la venida gloriosa de Cristo acontecerá con el triunfo definitivo de Dios
en la Parusía
y con el Juicio final. Así se consumará el Reino de Dios.
135. ¿Cómo juzgará Cristo a los vivos y a los muertos?
Cristo juzgará a los vivos y a los muertos con el poder que
ha obtenido como Redentor del mundo, venido para salvar a los hombres. Los
secretos de los corazones serán desvelados, así como la conducta de cada uno
con Dios y el prójimo. Todo hombre será colmado de vida o condenado para la
eternidad, según sus obras. Así se realizará «la plenitud de Cristo» (Ef 4,
13), en la que «Dios será todo en todos» (1 Co 15, 28).