No tenemos otro modelo mejor ni más perfecto que el de Jesucristo para dar sentido pleno a la vida, para llenarla de virtudes y valores, para vivirla en plenitud.
Con el lema “Jesucristo, fuente y fundamento de virtudes y valores” la Iglesia pone en marcha un año más la Campaña “Apunta a tu hijo a clase de Religión” para ayudar a los padres a tomar la decisión más adecuada en cuanto a la educación de sus hijos se refiere. A la hora de elegir la asignatura de religión debemos fijarnos que no tenemos otro modelo mejor ni más perfecto que el de Jesucristo para dar sentido pleno a la vida, para llenarla de virtudes y valores, para vivirla en plenitud.
Pero, no sólo debemos apuntar a nuestros hijos a la asignatura de religión porque en ella conocerán los valores y fundamentos del cristianismo sino porque esta asignatura es complemento y base fundamental para entender todas las demás enseñanzas. En ella se dan las claves para comprender la inspiración de escritores, pintores, escultores, músicos o arquitectos de todas las épocas históricas. También ayuda a conocer la base de la filosofía, la historia, las matemáticas, la física e incluso tiene que ver con la economía ayudando a entender las claves de la crisis económica y saber cuál es la mejor inversión que un hombre pueda hacer en su vida, y de la que dependerán todas las demás.
"La enseñanza escolar de la Religión católica es un ejercicio de la libertad religiosa y del derecho a la educación de los hijos por parte de los padres, según sus propias convicciones religiosas y morales. Los padres de los alumnos en edad escolar cada año ejercen libre y responsablemente este derecho, y es elevado el número de quienes los inscriben en clase de Religión.
La enseñanza religiosa ha de ser una asignatura equiparable a las fundamentales, de oferta obligatoria para los centros y voluntaria para los alumnos, y el hecho de recibir o no recibir esta enseñanza no ha de suponer discriminación académica alguna en la actividad escolar.
Conocer a Jesucristo permite comprender mejor nuestra cultura. La arquitectura, la escultura, la pintura, la música, el calendario, las procesiones, las peregrinaciones y multitud de elementos culturales significativos tienen en Jesucristo su punto de referencia más importante. Las catedrales, los santuarios, las parroquias, las ermitas, los monasterios, los conventos, los museos, y otros muchos espacios, son lugares donde emergen virtudes y valores en el tejido urbano o rural.
Porque entendemos que Jesucristo es realmente valioso, pensamos que es mejor conocerle, saber lo que dice, escuchar su mensaje, comprender su estilo de vida, adherirse a su persona, reconocer e imitar sus virtudes. De nada sirve enseñar si no se vive bajo el signo de la virtud que se enseña. No basta con saber si no se vive lo que se sabe, porque lo realmente importante es la vida" .(Julián Ruiz Martorell,Obispo de Jaca y de Huesca)