El pasado sábado 2 de marzo nuestra hermandad realizó la
anunciada peregrinación a la parroquia de Almonte con motivo del Año Jubilar
proclamado por S.S. Benedicto XVI. A las ocho de la mañana las campanas de la
parroquia cantillanera, sede fundacional de nuestra hermandad, anunciaban la
salida del simpecado de la Divina Pastora que, acompañado de numerosos fieles y
devotos, recorrió las calles, precedido por los alegres sones de la Escuela de
Tamborileros, hasta llegar a la avenida de Nuestra Señora de la Soledad donde
se encontraban los cinco autobuses encargados de desplazar a los peregrinos
hasta Almonte, que junto con los numerosos coches particulares que también
partieron con el mismo destino, formarían un contingente de unas cuatrocientas
personas, constituyéndose como el desplazamiento más multitudinario llevado a
cabo por nuestra hermandad.
Una vez llegados a Almonte, el simpecado pastoreño fue
recibido en la Capilla de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo y María
Santísima del Rosario, donde nuestro Hermano Mayor hizo entrega a su homónimo
de un cuadro con la imagen de la Divina Pastora en agradecimiento por la
hospitalidad mostrada. Desde allí se partió hasta la parroquia almonteña,
acompañados del Reverendo Padre don Antonio Guerra Milla y del Hermano Mayor de la Hermandad del Rocío de Sevilla, Ricardo
Laguillo Morejón, hermano también de nuestra hermandad y pregonero de las
fiestas pastoreñas de este año. El simpecado atravesó el parque del Chaparral y
las calles que tradicionalmente recorre la Virgen del Rocío cuando visita
Almonte, hasta llegar a la iglesia parroquial, donde a sus puertas esperaba una
representación de la Hermandad Matriz que acompañó la emotiva entrada de
nuestro simpecado entre vivas y repiques de campanas. Tras el rezo del Ángelus
en un templo abarrotado de pastoreños, y postrados a las plantas de la Virgen
del Rocío, comenzaría la Santa Misa que fue cantada por el Coro de nuestra
hermandad y oficiada por el Padre don Antonio Guerra, quien en
su predicación enlazó las bellas advocaciones de la Divina Pastora y de Nuestra
Señora del Rocío.
A la finalización de la Sagrada Eucaristía se hizo entrega a
la Hermandad Matriz de Almonte de un artístico pergamino enmarcado, en recuerdo
de la peregrinación pastoreña y del Año Jubilar Rociero, momento en el que nuestro
Hermano Mayor agradeció el caluroso recibimiento y dio emotivos y sentidos
vivas a la Divina Pastora y a la Virgen del Rocío, patrona de Almonte.
A la una de la tarde, como estaba previsto, saldría el
simpecado de la parroquia almonteña camino de nuevo de la Capilla de Nuestro
Padre Jesús Cautivo y María Santísima del Rosario, desde donde se partiría
hasta la aldea del Rocío. Una vez allí, la Casa Hermandad del Rocío de Sevilla
acogería al simpecado de la Divina Pastora en un altar montado para la ocasión,
exornado con flores y candelería, donde estuvo expuesto a la veneración de los
fieles durante todo el día y ante el cual el Coro interpretaría sevillanas,
plegarias y la tradicional Salve Pastoreña.
Durante el resto de la jornada, los numerosos peregrinos
desplazados disfrutaron de una alegre y festiva convivencia pastoreña en la
citada Casa Hermandad, como colofón a esta memorable e histórica peregrinación.
(Fotografías de Francisco Castillo, Juan Antnio Tirado Sanz y Juan Arias Merino, quienes las han cedido exclusivamente para su publicación en nuestro blog)