Pontificia, Real, Ilustre, Franciscana y Muy Antigua Hermandad del Santo Rosario de la Divina Pastora de las Almas y Redil Eucarístico -CANTILLANA-

viernes, 16 de agosto de 2013

Los Villanueva, orgullo de nuestra cuadrilla de hermanos costaleros

Hoy viernes 16 de agosto a las 9 y media de la noche, va a tener lugar la igualá y primer ensayo de la cuadrilla de hermanos costaleros de la Divina Pastora. Con este motivo hemos rescatado del archivo de ABC de Sevilla del año 2009, una entrevista a los hermanos Villanueva, que les ofrecemos hoy como homenaje a esta saga de capataces.
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Su afición, les ha convertido en profesionales, tomando sus conocimientos de la escuela antigua. Su actitud es actuar con la cabeza fría, sopesando y hablando hasta decidir que es lo mejor para las hermandades y si es posible doblar en el mismo día. Aunque alaban la actitud de los costaleros de hoy, los cuales trabajan igual que lo hacían los llamados profesionales, quizás sea la capacidad de sacrificio la diferencia entre estos y los actuales. 

Para ellos el costalero es aquel que muestra capacidad y físico para trabajar debajo de un paso, no el que luce el costal. No se consideran dueños del martillo, más bien servidores con la convicción de hacer un buen trabajo, que si no funciona, hay que dejarlo. 

La profesionalidad de los costaleros, es para ellos sinónimo de espíritu de sacrificio, porque no hay que cobrar para ser profesional, se puede ser perfectamente realizando un buen trabajo, sobre todo entre costaleros y capataces.

Las hermandades en las que ejercen de capataces son: La Amargura, San Roque, Santa Marta, Santa Genoveva, San Bernardo, Las Cigarreras, Gran Poder, Servitas, Virgen de la Alegría.También llevan el mando del martillo de la Divina Pastora de Cantillana.

Los hermanos Villanueva en la actualidad llegan a doblar al tener dos cofradías en el mismo día. El Domingo de Ramos, mientras que Manuel guía a La Amargura, Carlos hace lo propio en la Hermandad de San Roque y el Lunes, mientras que Carlos está en Santa Genoveva, Manuel lo hace en Santa Marta.
Es sólo parte del currículum de los hermanos Manuel y Carlos Villanueva, otras cofradías que han sacado, que se quedan en el currículum son El Valle, Las Aguas, Los Panaderos, entre otras. Son capataces por y para Sevilla, que llevan el sentir desde los tiempos de su tio-abuelo José Francés, continuado por su padre y sus hijos.

Entrevista a Manuel y Carlos Villanueva

-¿Ha cambiado la forma de andar del Gran Poder?
Manuel: No ha cambiado la forma de andar. Ya he comentado muchas veces que lo que he hecho ha sido pausar la zancada un poco, porque desde mi punto de vista iba demasiado rápido. Cada capataz tiene su forma de hacer las cosas a mi me gusta más así. El problema es que hay gente en las cofradías que se creen que saben mucho y no conocen lo que ocurre dentro.

Carlos: En cuanto al palio, que es lo que yo saco, yo lo conocía por los cuatro años que trabajé debajo con Domingo Rojas y mi hermano. De ahí saqué mis conclusiones y lo que he hecho es aplicarlo. Ahora el palio no va corriendo. Nuestro sistema de llevar los pasos consiste en ir coordinado con el conjunto general de la cofradía en la calle, por lo que no da opción a tener que correr. Es cierto, que las "chicotás" son más largas, pero así lo prefiero.
-Hay voces que opinan que los Villanueva están especializados en pasos de Cristo, ¿qué les parece?
Manuel: Yo empecé con mi padre en el año 1963 y he mandado muchísimos palios, al igual que muchos cristos. Hay personas que no conocen esa trayectoria, porque son jóvenes. Lo que ocurre es que cuando empezaron las cuadrillas de hermanos, nosotros empezamos a trabajar con cristos y quizá es por eso por lo que la gente nos ciñe a este tipo de pasos, pero no es así. 

-¿Cuál es el estilo de los Villanueva?
Manuel: El andar de nuestros pasos de Cristo es dependiendo de la imagen y según la idiosincrasia de la hermandad, pero siempre de frente. Luego, dentro de ese estilo, dándole su sello a cada hermandad. Nosotros somos capataces serios y nos gustan los pasos serios. No queremos decir que los demás no lo sean, sino que lo que yo aprendí de mi padre fue la seriedad que imprimía a su trabajo.

Carlos: Yo recuerdo cuando era pequeño, que antiguamente sólo había un sistema de andar, que era siempre de frente. Nosotros respetamos los distintos estilos, pero son nuevos, desde hace unos 30 años. Algunos capataces, por perder el sello de andar siempre de frente, llegaban a perder el contrato de la cofradía. Hoy en día sí se permite. Dentro de ese estilo de ir más al son de la música, fue una cuadrilla la que lo implantó, el resto se han hecho eco.

-¿Hay diferencias entre ustedes en el estilo?
Manuel: Nuestros pasos andan de la misma forma. Aunque yo sea más veterano que mi hermano, la escuela es la misma. Además, el tiempo que estamos ensayando en las cofradías que sacamos independientemente, si no coincide con otro ensayo, vamos juntos. La única diferencia que podría haber entre nosotros es nuestra forma de mandar, nuestra propia personalidad.

-El Desprecio de Herodes, ¿un canon de andar clásico o un invento de los Villanueva?
Manuel: cuando dejamos los profesionales y vinimos a la Amargura en 1985, lo único que hice fue continuar con el trabajo que venía haciendo con otros pasos. Yo no cambié la forma de andar, sino que este paso anda como iban antiguamente los misterios. Lo único que hice fue imprimir la sabiduría que había ido cogiendo años atrás. Es un paso valiente, que cuando lo ves andando de frente es poderoso y eso es precioso.

Carlos: Yo también he sacado al misterio desde los años 80, aunque cuando me llamaron de San Roque me fui con mucha ilusión. A pesar de esto, coincido con mi hermano con que es una continuidad de un trabajo de muchos años. Cuando la junta de gobierno de las Cigarreras nos llamaron, era para recuperar el sello de esa cofradía en la calle. Es cierto que ha cogido, en cierto modo, la forma de andar del "Herodes", pero ha sido buscando ese cambio que nos solicitaron.

-¿Cómo se organizan para llevar tantas cofradías?
Manuel: Cuando dejé los profesionales, estaba acostumbrado a sacar hasta nueve cofradías cada Semana Santa. Cuando dejó de ser así, no me hallaba porque no estaba acostumbrado. Hoy en día, que sacamos ocho, estamos en nuestra salsa.

-¿Son tan serios como dicen?
Manuel: Somos serios a la hora de trabajar. Sin embargo, fuera de la rutina del ensayo, somos uno más, hablamos de fútbol, toros... con los costaleros. Eso sí, cuando decimos que hay que empezar, los costaleros nos conocen y saben como funcionamos. Existe un respeto mutuo entre nosotros. Nos lo tomamos así, porque para mi las cofradías son muy serias.

Carlos: Además, ellos nos valoran mucho el hecho de que somos puntuales en nuestros ensayos. Como mucho retrasamos media hora el comienzo. Por otra parte, no son muy largos porque si no hay material, por mucho que intentes pulirlo, no se consigue. Sólo vemos las necesidades y ciertos fallos, pero nunca nos confiamos. Al paso nunca hay que volverle la espalda, aunque esté dominado.