«JESUCRISTO
PADECIÓ BAJO EL PODER DE PONCIO PILATO, FUE CRUCIFICADO, MUERTO Y SEPULTADO»
112. ¿Por qué es tan importante el Misterio pascual de
Jesús?
El misterio pascual de Jesús, que comprende su Pasión,
Muerte, Resurrección y Glorificación, está en el centro de la fe cristiana,
porque el designio salvador de Dios se ha cumplido de una vez por todas con la
muerte redentora de su Hijo, Jesucristo.
113. ¿Bajo qué acusaciones fue condenado Jesús?
Algunos jefes de Israel acusaron a Jesús de actuar contra la Ley , contra el Templo de
Jerusalén y, particularmente, contra la fe en el Dios único, porque se
proclamaba Hijo de Dios. Por ello lo entregaron a Pilato para que lo condenase
a muerte.
114. ¿Cómo se comportó Jesús con la Ley de Israel?
Jesús no abolió la
Ley dada por Dios a Moisés en el Sinaí, sino que la
perfeccionó, dándole su interpretación definitiva. Él es el Legislador divino
que ejecuta íntegramente esta Ley. Aún más, es el siervo fiel que, con su
muerte expiatoria, ofrece el único sacrificio capaz de redimir todas «las
transgresiones cometidas por los hombres contra la Primera Alianza »
(Hb 9, 15).
115. ¿Cuál fue la actitud de Jesús hacia el Templo de
Jerusalén?
Jesús fue acusado de hostilidad hacia al Templo. Sin
embargo, lo veneró como «la casa de su Padre» (Jn 2, 16), y allí impartió gran
parte de sus enseñanzas. Pero también predijo la destrucción del Templo, en
relación con su propia muerte, y se presentó a sí mismo como la morada
definitiva de Dios en medio de los hombres.
116. ¿Contradijo Jesús la fe de Israel en el Dios Único y
Salvador?
Jesús nunca contradijo la fe en un Dios único, ni siquiera
cuando cumplía la obra divina por excelencia, que realizaba las promesas
mesiánicas y lo revelaba como igual a Dios: el perdón de los pecados. La
exigencia de Jesús de creer en Él y convertirse permite entender la trágica
incomprensión del Sanedrín, que juzgó que Jesús merecía la muerte como
blasfemo.
117. ¿Quién es responsable de la muerte de Jesús?
La pasión y muerte de Jesús no pueden ser imputadas
indistintamente al conjunto de los
judíos que vivían entonces, ni a los restantes judíos
venidos después. Todo pecador, o sea todo hombre, es realmente causa e
instrumento de los sufrimientos del Redentor; y aún más gravemente son
culpables aquellos que más frecuentemente caen en pecado y se deleitan en los
vicios, sobre todo si son cristianos.
118. ¿Por qué la muerte de Cristo forma parte del
designio de Dios?
Al fin de reconciliar consigo a todos los hombres,
destinados a la muerte a causa del pecado, Dios tomó la amorosa iniciativa de
enviar a su Hijo para que se entregara a la muerte por los pecadores. Anunciada
ya en el Antiguo Testamento, particularmente como sacrificio del Siervo
doliente, la muerte de Jesús tuvo lugar según las Escrituras.
119. ¿De qué modo Cristo se ofreció a sí mismo al Padre?
Toda la vida de Cristo es una oblación libre al Padre para
dar cumplimiento a su designio de salvación. Él da «su vida como rescate por
muchos» (Mc 10, 45), y así reconcilia a toda la humanidad con Dios. Su
sufrimiento y su muerte manifiestan cómo su humanidad fue el instrumento libre
y perfecto del Amor divino, que quiere la salvación de todos los hombres.
120. ¿Cómo se manifiesta en la última Cena la oblación de
Jesús?
En la última Cena con los Apóstoles, la víspera de su
Pasión, Jesús anticipa, es decir, significa y realiza anticipadamente la
oblación libre de sí mismo: «Esto es mi Cuerpo que será entregado por
vosotros», «ésta es mi sangre que será derramada...» (Lc 22, 19-20). De este
modo, Jesús instituye, al mismo tiempo, la Eucaristía como
«memorial» (1 Co 11, 25) de su sacrificio, y a sus Apóstoles como sacerdotes de
la nueva Alianza.
121. ¿Qué sucede en la agonía del huerto de Getsemaní?
En el huerto de Getsemaní, a pesar del horror que suponía la
muerte para la humanidad
absolutamente santa de Aquél que es «el autor de la vida»
(Hch 3, 15), la voluntad humana del Hijo de Dios se adhiere a la voluntad del
Padre; para salvarnos acepta soportar nuestros pecados en su cuerpo,
«haciéndose obediente hasta la muerte» (Flp 2, 8).
122. ¿Cuáles son los efectos del sacrificio de Cristo en la Cruz ?
Jesús ofreció libremente su vida en sacrificio expiatorio,
es decir, ha reparado nuestras culpas con la plena obediencia de su amor hasta
la muerte. Este amor hasta el extremo (cf. Jn 13, 1) del Hijo de Dios
reconcilia a la humanidad entera con el Padre. El sacrificio pascual de Cristo
rescata, por tanto, a los hombres de modo único, perfecto y definitivo, y les
abre a la comunión con Dios.
123. ¿Por qué llama Jesús a sus discípulos a cargar con
la propia Cruz?
Al llamar a sus discípulos a tomar su cruz y seguirle (cf.
Mt 16, 24), Jesús quiere asociar a su sacrificio redentor a aquellos mismos que
son sus primeros beneficiarios.
124. ¿En qué condiciones se encontraba el cuerpo de
Cristo mientras estaba en el sepulcro?
Cristo sufrió una verdadera muerte, y verdaderamente fue
sepultado. Pero la virtud divina preservó su cuerpo de la corrupción.