CAPÍTULO SEGUNDO
CREO EN JESUCRISTO,
HIJO ÚNICO DE DIOS
79. ¿Cuál es la Buena Noticia para
el hombre?
La Buena Noticia es el anuncio de
Jesucristo, «el Hijo de Dios vivo» (Mt 16, 16), muerto y
resucitado. En tiempos del rey Herodes y del emperador César
Augusto, Dios cumplió las promesas hechas a Abraham y a su
descendencia, enviando «a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la
Ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la Ley, y para que
recibiéramos la filiación adoptiva» (Ga 4, 4-5).
80. ¿Cómo se difunde esta Buena
Noticia?
Desde el primer momento, los discípulos
desearon ardientemente anunciar a Cristo, a fin de llevar a todos los
hombres a la fe en Él. También hoy, el deseo de evangelizar y
catequizar, es decir, de revelar en la persona de Cristo todo el
designio de Dios, y de poner a la humanidad en comunión con Jesús,
nace de este conocimiento amoroso de Cristo.
CREO EN JESUCRISTO, SU
ÚNICO HIJO, NUESTRO SEÑOR
81. ¿Qué significa el nombre de
Jesús?
El nombre de Jesús, dado por el ángel
en el momento de la Anunciación, significa «Dios salva». Expresa,
a la vez, su identidad y su misión, «porque él salvará al pueblo
de sus pecados» (Mt 1, 21). Pedro afirma que «bajo el cielo no se
nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos» (Hch 4, 12).
82. ¿Por qué Jesús es llamado
Cristo?
«Cristo», en griego, y «Mesías»,
en hebreo, significan «ungido». Jesús es el Cristo porque ha sido
consagrado por Dios, ungido por el Espíritu Santo para la misión
redentora. Él es el Mesías esperado por Israel y enviado al mundo
por el Padre. Jesús ha aceptado el título de Mesías, precisando,
sin embargo, su sentido: «bajado del cielo» (Jn 3, 13), crucificado
y después resucitado, Él es el siervo sufriente «que da su vida en
rescate por muchos» (Mt 20, 28). Del nombre de Cristo nos viene el
nombre de cristianos.
83. ¿En qué sentido Jesús es el
«Hijo unigénito de Dios»?
Jesús es el Hijo unigénito de Dios en
un sentido único y perfecto. En el momento del Bautismo y de la
Transfiguración, la voz del Padre señala a Jesús como su «Hijo
predilecto». Al presentarse a sí mismo como el Hijo, que «conoce
al Padre» (Mt 11, 27), Jesús afirma su relación única y eterna
con Dios su Padre. Él es «el Hijo unigénito de Dios» (1 Jn 4, 9),
la segunda Persona de la Trinidad. Es el centro de la predicación
apostólica: los Apóstoles han visto su gloria, «que recibe del
Padre como Hijo único» (Jn 1, 14).
84. ¿Qué significa el título de
«Señor»?
En la Biblia, el título de «Señor»
designa ordinariamente al Dios soberano. Jesús se lo atribuye a sí
mismo, y revela su soberanía divina mediante su poder sobre la
naturaleza, sobre los demonios, sobre el pecado y sobre la muerte, y
sobre todo con su Resurrección. Las primeras confesiones de fe
cristiana proclaman que el poder, el honor y la gloria que se deben a
Dios Padre se le deben también a Jesús: Dios «le ha dado el nombre
sobre todo nombre» (Flp 2, 9). Él es el Señor del mundo y de la
historia, el único a quien el hombre debe someter de modo absoluto
su propia libertad personal.
JESUCRISTO FUE
CONCEBIDO POR OBRA DEL ESPÍRITU SANTO Y NACIÓ DE SANTA MARÍA
VIRGEN
85. ¿Por qué el Hijo de Dios se
hizo hombre?
El Hijo de Dios se encarnó en el seno
de la Virgen María, por obra del Espíritu Santo, por nosotros los
hombres y por nuestra salvación: es decir, para reconciliarnos a
nosotros pecadores con Dios, darnos a conocer su amor infinito, ser
nuestro modelo de santidad y hacernos «partícipes de la naturaleza
divina» (2 P 1, 4).
86. ¿Qué significa la palabra
«Encarnación»?
La Iglesia llama «Encarnación» al
misterio de la unión admirable de la naturaleza divina y la
naturaleza humana de Jesús en la única Persona divina del Verbo.
Para llevar a cabo nuestra salvación, el Hijo de Dios se ha hecho
«carne» (Jn 1, 14), haciéndose verdaderamente hombre. La fe en la
Encarnación es signo distintivo de la fe cristiana.
87. ¿De qué modo Jesucristo es
verdadero Dios y verdadero hombre?
En la unidad de su Persona divina,
Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre, de
manera indivisible. Él, Hijo de Dios,
«engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre», se ha
hecho verdaderamente hombre, hermano nuestro, sin dejar con ello de
ser Dios, nuestro Señor.
88. ¿Qué enseña a este propósito
el Concilio de Calcedonia (año 451)?
El Concilio de Calcedonia enseña que
«hay que confesar a un solo y mismo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo:
perfecto en la divinidad y perfecto en la humanidad; verdaderamente
Dios y verdaderamente hombre, compuesto de alma racional y de cuerpo;
consubstancial con el Padre según la divinidad, y consubstancial con
nosotros según la humanidad; “en todo semejante a nosotros, menos
en el pecado” (Hb 4, 15); nacido del Padre antes de todos los
siglos según la divinidad y, por nosotros y nuestra salvación,
nacido en estos últimos tiempos de la Virgen María, la Madre de
Dios, según la humanidad».
89. ¿Cómo expresa la Iglesia el
misterio de la Encarnación?
La Iglesia expresa el misterio de la
Encarnación afirmando que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero
hombre; con dos naturalezas, la divina y la humana, no confundidas,
sino unidas en la Persona del Verbo. Por tanto, todo en la humanidad
de Jesús –milagros, sufrimientos y la misma muerte– debe ser
atribuido a su Persona divina, que obra a través de la naturaleza
humana que ha asumido.
«¡Oh Hijo Unigénito y Verbo de Dios!
Tú que eres inmortal, te dignaste, para salvarnos, tomar carne de
la santa Madre de Dios y siempre Virgen María (...) Tú, Uno de la
Santísima Trinidad, glorificado con el Padre y el Espíritu Santo,
¡sálvanos!» (Liturgia bizantina de san Juan Crisóstomo).
90. ¿Tenía el Hijo de Dios hecho
hombre un alma con inteligencia humana?
El Hijo de Dios asumió un cuerpo
dotado de un alma racional humana. Con su inteligencia humana Jesús
aprendió muchas cosas mediante la experiencia. Pero, también como
hombre, el Hijo de Dios tenía un conocimiento íntimo e inmediato de
Dios su Padre. Penetraba asimismo los pensamientos secretos de los
hombres y conocía plenamente los designios eternos que Él había
venido a revelar.
91. ¿Cómo concordaban las dos
voluntades del Verbo encarnado?
Jesús tenía una voluntad divina y una
voluntad humana. En su vida terrena, el Hijo de Dios ha querido
humanamente lo que Él ha decidido divinamente junto con el Padre y
el Espíritu Santo para nuestra salvación. La voluntad humana de
Cristo sigue, sin oposición o resistencia, su voluntad divina, y
está subordinada a ella.
92. ¿Tenía Cristo un verdadero
cuerpo humano?
Cristo asumió un verdadero cuerpo
humano, mediante el cual Dios invisible se hizo visible. Por esta
razón, Cristo puede ser representado y venerado en las sagradas
imágenes.
93. ¿Qué representa el Corazón de
Jesús?
Cristo nos ha conocido y amado con un
corazón humano. Su Corazón traspasado por nuestra salvación es el
símbolo del amor infinito que Él tiene al Padre y a cada uno de los
hombres.